Se trata del proyecto de ley que introduce modificaciones en el monotributo, con nuevas escalas de facturación anual y cuya actualización tendrá relación directa con la evolución de la normativa de movilidad jubilatoria. Será votado en el recinto en el próximo plenario.
El proyecto, que comenzará a ser debatido en comisión la semana próxima, recibió ayer una preferencia para ser votado en el recinto en el próximo plenario de la Cámara baja.
«A partir de ahora el cambio de los valores estará regido por la ley de movilidad jubilatoria», señaló el martes el ministro de Economía, Amado Boudou, al presentar el proyecto junto al titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray.
Entre los principales aspectos de la reforma figuran el incremento del monto de facturación de 72.000 a 200.000 pesos para locaciones y servicios, en tanto que para el resto de las actividades esa suba llega a los 300.000 pesos.
El proyecto prevé la utilización intensiva de figuras de agentes de información y retención, focalizadas en los prestadores de servicio y la aplicación generalizada de la factura electrónica para las categorías superiores.
En cuanto al destino de la recaudación del impuesto integrado (componente impositivo), el 70 por ciento se destinará al financiamiento de prestaciones de la ANSES y el restante 30 por ciento se girará «en forma automática» a las jurisdicciones provinciales y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Asimismo, las categorías para locaciones y servicios se extenderán entre las letras A y H, con valores que oscilarán entre 213 y 685 pesos mensuales, en tanto que para el resto de las actividades se incluyen 4 categorías (I,J,K y L), con un piso de 1.420 pesos (I) y un techo de 2.880 pesos (L).