Descubriendo los Encantos del Género en la Ciudad Costera
Mar del Plata, Argentina – En el marco del Día Nacional del Tango, nos adentramos en la fascinante historia del género en la ciudad de Mar del Plata. Acompañados por el reconocido historiador y docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Hugo Peláez, exploramos las raíces y los acontecimientos que han moldeado la presencia del tango en esta emblemática localidad costera.
Según los apuntes de Peláez, aunque la fecha exacta de la llegada del tango a las costas marplatenses no puede ser precisada, es plausible suponer que los trabajadores que se unieron al entonces creciente pueblo a fines del siglo XIX ya entonaban y bailaban los primeros tangos. Las partituras de este género, muy probablemente, llegaron en las maletas de los aristocráticos turistas que se acercaban a la ciudad. En sus inicios, los grandes hoteles, construidos tras la llegada del ferrocarril, se convirtieron en los epicentros de los salones de baile. Uno de los más destacados fue el Hotel Bristol, con su imponente salón de fiestas, donde las damas de la alta sociedad se exhibían frente a los posibles pretendientes en elegantes «cotillones» y festivales de baile. Aunque los ritmos extranjeros predominaban en las pistas, el tango seguramente no faltaba en estas reuniones.
Al igual que en Buenos Aires, la aceptación del tango por parte del público europeo, especialmente en Francia, potenció su popularidad entre los veraneantes en Mar del Plata. La edición de partituras y la grabación de discos desde la época del Centenario del país ya habían introducido el «reptil de lupanar» en los círculos acomodados de la época. Cuando los turistas alternaban las reuniones en los hoteles con las celebradas en sus residencias, a menudo con músicos contratados para la ocasión, el tango encontraba su lugar cerca del mar.
Sin embargo, se sabe que el tango despertó cierta resistencia entre la burguesía local hasta que logró superar la prueba europea. A mediados de la década de 1910, el tango ya era objeto de polémica en Mar del Plata. Un titular del diario local «La Capital» del 26 de agosto de 1916 proclamaba: «El Tango en peligro». Esta noticia hacía referencia a la censura que el género había enfrentado en los Estados Unidos y a la decisión de las asociaciones de maestros de baile de Chicago de excluir el tango de sus programas. Este hecho demuestra que la polémica en torno al tango ya estaba instalada en el público local.
La década de 1920 trajo consigo un cambio trascendental en la percepción de las manifestaciones culturales, especialmente en aquellas relacionadas con la música: la llegada de la radio. La radio, que se autodenominaba «dueña y señora del hogar», se convirtió en un medio influyente para la difusión del tango. LU6 Radio Atlántica, inaugurada en 1926, otorgó un espacio importante a la música en sus primeros años. Los músicos locales tenían la oportunidad de mostrar su arte a través de la radio, en programas que solían durar treinta minutos. Mientras que la música folklórica dominaba la mayor parte de la programación, el tango ocupaba los horarios vespertinos y nocturnos, después de los noticieros de la tarde.
Uno de los nombres destacados en la escena del tango marplatense fue el pianista «todo terreno» Luis Savastano. Nacido el 17 de junio de 1908 en Mar del Plata, Savastano comenzó sus estudios musicales a los doce años en la «Academia Mozart». A los veinte años obtuvo su título de Profesor de Música y debutó como pianista en el antiguo Teatro Odeón. Durante la era del cine mudo, acompañaba las películas desde el piano en los cines locales. Tras perfeccionarse en armonía, contrapunto ycomposición, Savastano se convirtió en uno de los referentes del tango en Mar del Plata, tanto como pianista solista como arreglador y director de orquesta. Su talento y versatilidad le permitieron acompañar a destacados cantantes de la época, como Carlos Gardel y Libertad Lamarque, cuando se presentaban en la ciudad.
A lo largo de las décadas siguientes, el tango siguió dejando su huella en Mar del Plata. Durante la época dorada de la música popular argentina, en las décadas de 1940 y 1950, la ciudad fue testigo de la presentación de grandes orquestas y cantantes de tango en los teatros locales, como el Teatro Colón y el Teatro Auditorium. Renombrados artistas como Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Edmundo Rivero y Tita Merello deslumbraron al público marplatense con sus interpretaciones magistrales.
En la actualidad, a pesar de los cambios sociales y culturales, el tango sigue vivo en Mar del Plata. La ciudad cuenta con una activa escena tanguera, donde se realizan milongas y se brindan clases y espectáculos para los amantes de este género. Además, el Festival Internacional de Tango de Mar del Plata, que se celebra anualmente, reúne a reconocidos artistas y atrae a visitantes de todo el país y del extranjero.
En resumen, el tango ha dejado una profunda marca en la historia de Mar del Plata. Desde sus inicios en los salones de baile de los grandes hoteles hasta su consolidación en la radio y la aparición de destacados músicos locales, el tango ha sido parte integral de la identidad cultural de la ciudad. Hoy en día, Mar del Plata continúa siendo un destino imperdible para los amantes del tango, que pueden disfrutar de su rica historia y vibrante presente en cada rincón de la ciudad.
Fuentes:
«El Tango, un turista extraño. (Apuntes para una historia del género en Mar del Plata)» por Hugo Peláez. Disponible en: Enlace