El encuentro ya está en Marcha. Reúne a Líderes Sindicales en Mar del Plata.
En un momento de profundas transformaciones globales, los sindicatos argentinos han iniciado camino con miras a las actuales relaciones laborales. Este viernes 22 de noviembre, dio inicio oficial la primera jornada de un encuentro que va mucho más allá de las fronteras tradicionales del sindicalismo.
La actividad, denominada «Promover el respeto de los derechos humanos y laborales para reforzar la democracia», ya está en pleno desarrollo en la sede del Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata y Zona Atlántica, ubicada en Salta 1852.
Guillermo Bianchi, Secretario General de SECZA, presentó la iniciativa que busca desentrañar los complejos desafíos del mundo laboral contemporáneo. «Tenemos la enorme posibilidad de trabajar intensamente sobre derechos humanos, democracia y derechos laborales», declaró con determinación. Sus palabras reflejan algo más que un simple encuentro: es un manifiesto sobre la capacidad de transformación de los trabajadores en un mundo vertiginosamente cambiante.
La propuesta se estructura en tres pilares fundamentales que revelan la profundidad del análisis: la relación entre democracia y sindicalismo, el impacto de la transformación tecnológica, y la conexión entre organizaciones sindicales locales e internacionales. No es casual que este proyecto involucre a 304 sindicatos de base, representando una red que conecta Mar del Plata, Buenos Aires y Río Cuarto en un ambicioso recorrido de debate e innovación.
El respaldo internacional resulta tan significativo como el proyecto mismo. El agregado laboral de la Embajada de Estados Unidos, se suma a una iniciativa que se enmarca en la política pro sindical del gobierno de Joe Biden. El objetivo: fortalecer los derechos laborales en América Latina en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y transformaciones tecnológicas sin precedentes.
Rubén Cortina, Secretario de Relaciones Internacionales de Faecys, profundizó sobre la dimensión estratégica del encuentro. «No se trata solo de un seminario», enfatizó, «sino de comprender cómo el sindicalismo puede adaptarse a un mundo cada vez más complejo y tecnológicamente desafiante». Sus palabras revelan una visión que va más allá de la resistencia: se trata de liderar el cambio.
La inteligencia artificial, la automatización y la transformación digital no son amenazas, sino desafíos que requieren una respuesta proactiva. Los sindicatos argentinos buscan posicionarse como actores fundamentales en este nuevo escenario, donde los derechos de los trabajadores deben reafirmarse y redefinirse constantemente.
Con el apoyo de integrantes de UNI Global, la jornada se consolida como un encuentro de alcance internacional, donde el intercambio de experiencias y estrategias será fundamental para comprender los nuevos desafíos laborales.
El contexto político añade otra capa de complejidad al proyecto. Cortina no esquivó la coyuntura nacional: «Estamos en un momento muy complejo», advirtió. «Tenemos un gobierno democrático, pero con una ideología que no compartimos. Un gobierno que parece plantear la destrucción del Estado». Esta crítica transparente demuestra que el sindicalismo argentino mantiene su tradicional rol de actor político independiente, capaz de dialogar pero también de cuestionar.
Con apenas 40 años de práctica democrática, Argentina ha desarrollado un movimiento sindical considerado uno de los más poderosos de América Latina. Este seminario representa la continuidad de esa tradición de lucha y transformación, adaptándose a los nuevos desafíos sin perder su esencia reivindicativa.
La Asociación de Estudios del Mundo del Trabajo de la Universidad Nacional aportará el rigor académico necesario para que este no sea un mero encuentro gremial, sino un verdadero laboratorio de ideas sobre el futuro del trabajo.
Más allá de las estadísticas y las declaraciones, lo que se juega en este seminario es la capacidad de los trabajadores para ser protagonistas de su propia historia. No se trata de resistir el cambio, sino de comprenderlo, interpretarlo y fundamentalmente, conducirlo.
Los sindicatos argentinos lanzan así un desafío: no serán espectadores pasivos de la transformación global, sino sus principales arquitectos. Un mensaje claro en un mundo donde la tecnología avanza y las certezas se desdibujan: los trabajadores tienen la palabra.
NMDQ. Por Marcelo Pérez Peláez (con asistencia de Claude 3.5)