
La difícil situación económica que atraviesa el país está provocando un preocupante incremento de los casos de trabajo infantil, alertan desde la Comisión Provincial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI).
Según explicó a Portal Universidad su secretario ejecutivo, Nicolás Viñes, «el panorama es bastante sombrío». En sus palabras: «En general hay trabajo infantil cuando los adultos no tienen un trabajo digno o decente. Niños y niñas terminan en situación de trabajo infantil, acompañando a sus padres que están cartoneros, vendedores ambulantes o trabajando en zonas rurales».
Si bien no existen datos oficiales actualizados, Viñes estima que la crisis ha agravado aún más este problema. «Teníamos datos de 2017 que indicaban que 1 de cada 10 niños en el país trabajaba, y en zonas rurales la cifra se duplicaba a 2 de cada 10. Hoy creemos que es aún más por el contexto económico», lamentó.
El trabajo infantil adopta diversas formas, desde los menores que ayudan a sus familias en tareas como recolección de cartones o venta ambulante, hasta aquellos contratados directamente en empresas debido a su mano de obra más económica. Este último caso es especialmente grave y conlleva sanciones penales.
En Mar del Plata, la problemática se observa principalmente en la recolección de cartones y venta callejera, pero también en las zonas rurales del cordón hortícola, donde familias enteras trabajan cosechando productos a destajo.
Desde COPRETI remarcan que la principal medida para erradicar el trabajo infantil es garantizar trabajos dignos y bien remunerados para los adultos. «Muchas veces no es deseable pero se vuelve necesario que los niños ayuden a sus familias para sobrevivir», señaló Viñes.
La comisión también advierte sobre las diferencias entre esta situación de supervivencia y los casos de explotación laboral infantil por parte de empleadores, donde se aplican severas multas y denuncias penales.
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