Una vecina presentó una nota al Concejo Deliberante para prohibir la tecnología 5G en el Partido de General Pueyrredon.
El 27 de agosto de 2024, la vecina Silvina Leonor Bonnet ingresó una nota al Concejo Deliberante de Mar del Plata, donde solicita que la ciudad sea declarada «zona libre de 5G y tecnologías subsiguientes». Esta iniciativa se enmarca en un contexto donde diversas ciudades argentinas, como Ushuaia, han adoptado medidas similares en respuesta a la creciente preocupación sobre los posibles efectos de las radiaciones electromagnéticas.
La propuesta de Bonnet se presenta en un momento en que el debate sobre la inocuidad de la tecnología 5G se intensifica en el país. Al igual que Ushuaia, que prohibió la instalación de antenas 5G hasta contar con estudios que garanticen la seguridad de estas radiaciones, Mar del Plata podría seguir este camino. La ordenanza impulsada en Ushuaia establece que la prohibición se mantendrá hasta que se presenten estudios médicos y científicos que demuestren la inocuidad de dicha tecnología.
La comunidad ha comenzado a tomar conciencia sobre los riesgos potenciales para la salud y el ambiente que podrían derivarse de la implementación de 5G. En este sentido, el debate legislativo se ha ampliado más allá de consideraciones técnicas, tocando aspectos éticos y de salud pública que inquietan a muchos ciudadanos.
En la misma línea, organizaciones como Ciudadanos Organizados para Regular las Telecomunicaciones (CORTE) han documentado que varias municipalidades en el mundo han adoptado regulaciones similares. Este tipo de iniciativas han encontrado eco en otras localidades argentinas, generando un movimiento que busca garantizar un entorno seguro para los habitantes.
Riesgos del 5G en la Salud: Un Debate en Constante Evolución
La introducción de la tecnología 5G ha suscitado un amplio espectro de inquietudes sobre sus efectos en la salud humana. A medida que esta nueva era de conectividad avanza, surgen preguntas sobre los potenciales riesgos asociados a las radiaciones electromagnéticas que emite. Aunque existen múltiples teorías alarmistas y temores infundados, es crucial examinar de manera objetiva la evidencia científica disponible para entender mejor este fenómeno.
¿Qué dice la ciencia?
Diversas organizaciones de salud, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Internacional para la Protección Radiológica (ICNIRP), han llevado a cabo investigaciones exhaustivas sobre los efectos de las radiaciones de radiofrecuencia, que incluyen las del 5G. Hasta el momento, no se han encontrado pruebas concluyentes que demuestren que la exposición a estas radiaciones cause daños significativos a la salud en los niveles actuales de exposición.
Numerosos estudios científicos han tratado de establecer una relación entre la exposición a las radiaciones de radiofrecuencia y el desarrollo de enfermedades, incluido el cáncer. Sin embargo, la mayoría de estos estudios han fracasado en establecer un vínculo causal claro entre ambas. Es importante destacar que las radiaciones del 5G son de tipo no ionizante, lo que significa que su energía no es suficiente para causar daño en el ADN, un factor clave en la formación de cáncer.
¿Por qué persisten las preocupaciones?
A pesar de la falta de evidencia concreta que respalde los temores sobre el 5G, diversas razones contribuyen a que estas inquietudes se mantengan. En primer lugar, el miedo a lo desconocido juega un papel crucial; dado que la tecnología 5G es relativamente nueva, muchas personas sienten incertidumbre ante su implementación y sus posibles efectos.
Además, la desinformación se ha propagado rápidamente en internet, alimentando miedos y desconfianza hacia esta tecnología. Teorías de conspiración y afirmaciones infundadas han logrado captar la atención del público, complicando aún más la situación.
Por último, algunos expertos sugieren que los efectos a largo plazo de la exposición a las radiaciones del 5G aún no se comprenden completamente. La falta de estudios longitudinales que evalúen estos efectos puede generar incertidumbre y justificar la necesidad de una mayor investigación sobre el tema.
¿Qué medidas de precaución se toman?
Ante la falta de evidencia concluyente, los gobiernos y organismos reguladores han establecido límites estrictos para la exposición a las radiaciones de radiofrecuencia, con el fin de proteger la salud pública. Este enfoque preventivo busca asegurar que las emisiones se mantengan dentro de niveles considerados seguros.
Asimismo, se aplica el principio de precaución, lo que implica que, aunque no existan pruebas definitivas de daño, se deben tomar medidas para minimizar la exposición, especialmente en grupos vulnerables como niños y mujeres embarazadas. Este enfoque reconoce la importancia de proteger a aquellos que podrían ser más susceptibles a los efectos de las radiaciones.
La nota presentada por Bonnet abre la puerta a un posible debate en el Concejo Deliberante de Mar del Plata, donde se espera que se consideren tanto las inquietudes de los ciudadanos como los avances tecnológicos que la ciudad viene experimentando.
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