La Justicia de Garantías de Mar del Plata rechazó hoy excarcelar a los dos detenidos por el crimen del DJ Leandro «Lele» Gatti, cometido en septiembre último, durante un intento de robo a la salida de un boliche de la ciudad bonaerense, informaron fuentes judiciales.
La jueza Lucrecia Bustos, titular del Juzgado de Garantías 6 marplatense, resolvió que Luis Ytzcovich (27), quien admitió ser uno de los motochorros que asaltó a Gatti, y Fernando Romito (39), el jefe de seguridad del local «Mr. Jones» donde el joven trabajaba la madrugada del homicidio, continúen en prisión preventiva en la Unidad Penal 44 de Batán.
En dos resoluciones a las que tuvo acceso Télam, la magistrada rechazó los pedidos realizados por las defensas particulares de Ytzcovich y Romito, quienes están imputados del delito de «homicidio en ocasión de robo».
En el caso de Ytzcovich, su abogado, Cristian Ford, había solicitado que fuera excarcelado o subsidiariamente beneficiado con un arresto domiciliario con monitoreo electrónico, y argumentó que el acusado no tiene antecedentes penales, que presenta supuestos problemas respiratorios y que se entregó voluntariamente en una seccional policial tras el crimen, por lo que consideró que no existirían riesgos procesales.
El planteo fue rechazado inicialmente por la fiscal de la causa, Andrea Gómez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 4, quien recordó que aún se encuentran prófugos otros dos imputados, José Maximiliano Vergara (35) y Eduardo Maximiliano Urra Zapata (34), «ambos amigos» de Ytzcovich, por lo que estimó que «en libertad intentará profugarse o no someterse al proceso».
En su resolución, la jueza coincidió en que «en caso de recuperar su libertad, el imputado pretenderá eludir la acción de la justicia o su sometimiento al proceso», y señaló que «si bien carece de antecedentes penales previos, la defensa no acreditó ninguna circunstancia excepcional que amerite que su encierro cautelar deba cesar».
Mientras que la defensa de Romito, a cargo de la abogada Paula Oviedo, había pedido por su parte una morigeración de la prisión preventiva, con un arresto domiciliario con monitoreo, por considerar que el hombre colaboró con la investigación y «resulta materialmente imposible» que «destruya, modifique, oculte, suprima o falsifique elementos de prueba o influya en el comportamiento de terceros vinculados al proceso».
La fiscal también se opuso en este caso y dijo que de «recuperar su libertad, intentará eludir el accionar de la justicia», al tiempo que subrayó que el excustodio del boliche ubicado en la zona de Playa Grande es «conocido» de Vergara, el prófugo acusado de disparar y herir mortalmente a la víctima.
Finalmente, la jueza rechazó también este planteo de morigeración porque entendió que existen riesgos procesales ya que el hombre podría intentar fugarse.
La resolución judicial valorada por la familia del joven asesinado, que había expresado su rechazo a la posibilidad de que ambos detenidos dejaran la cárcel.
Por otra parte, fuentes judiciales indicaron que en el marco de la causa continúa la búsqueda de los dos prófugos.
Vergara está acusado de ser quien viajaba en la moto que abordó a Gatti, junto a Ytzcovich, y quien lo hirió mortalmente con un tiro en el pecho.
En tanto que a Urra Zapata se le imputa haber brindado apoyo a los asaltantes desde un auto que fue captado por cámaras de seguridad en la zona de Roca y el Boulevard Marítimo al momento del crimen.
«Lele» Gatti recibió un balazo en el tórax cerca de las 6 del domingo 26 de septiembre, tras forcejear con uno de los delincuentes que lo asaltó, y falleció tres horas después tras ser trasladado en ambulancia al Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata.
Ytzcovich se entregó 48 después del homicidio y en su declaración relató además que en el robo buscaban la recaudación del boliche.
Romito fue detenido el 5 de octubre, una semana después de haber participado en una marcha para pedir justicia por el crimen, junto a amigos y allegados de la víctima, y está acusado de brindar información a los delincuentes sobre una presunta suma de dinero proveniente de la facturación del local bailable.