Con el otoño ya instalado, las horas de luz natural son cada vez menores y las temperaturas descienden, lo que deriva en un mayor consumo de energía eléctrica en los hogares para iluminación y calefacción. Frente a los aumentos en las tarifas que vienen aplicando las empresas proveedoras, aprovechar al máximo cada kWh se vuelve crucial para no resignar una porción importante del presupuesto familiar.
Tanto desde organizaciones de defensa al consumidor como desde los mismos entes reguladores se insiste en la importancia de adoptar hábitos responsables y medidas de eficiencia energética que permitan ahorrar en las boletas bimensuales sin necesidad de grandes inversiones.
Una de las recomendaciones más repetidas es el reemplazo de lámparas incandescentes por opciones de bajo consumo como las LED. Una sola lámpara LED puede ahorrar muchos miles de pesos anuales en comparación con una incandescente y su vida útil también es hasta 25 veces mayor.
Otro punto clave es controlar que no haya luces encendidas de manera innecesaria en ambientes desocupados del hogar. Un simple gesto como apagar las luces al salir de una habitación puede representar un ahorro de hasta un 15% en la factura.
La calefacción eléctrica también demanda grandes cantidades de energía en otoño e invierno. Los especialistas recomiendan nunca dejar puertas y ventanas abiertas cuando los sistemas de calefacción estén encendidos, aislar adecuadamente para evitar fugas de aire caliente y programar el termostato para reducir la temperatura cuando no haya personas en el hogar.
En la cocina si se tienen cocinas o aparatos eléctricos, algunas pequeñas medidas pueden marcar una diferencia al cabo del mes: utilizar ollas a presión, que requieren menos tiempo de cocción; aprovechar el calor residual del horno apagándolo antes de que finalice el tiempo; y lavar la vajilla y ropa con agua fría o a temperatura ambiente en lugar del ciclo caliente.
Por último, otra práctica sencilla y valiosa es desenchufar los electrodomésticos y dispositivos electrónicos que no se estén utilizando, ya que en modo stand by siguen consumiendo energía de forma innecesaria.
Con pequeños gestos y la elección de productos eficientes, es posible hacer un uso más responsable de la electricidad y evitar la carga extra que representan las subas de tarifas en los períodos de mayor demanda energética.
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