
Bajo un cielo nublado, con el murmullo del Atlántico de fondo y un clima caluroso, la “Ciudad Feliz” conmemora hoy, 10 de febrero de 2025, 151 años de su fundación, consolidándose como un símbolo de resiliencia, turismo e identidad argentina. Esta fecha no solo evoca su origen en 1874, sino que refleja una historia de transformación, desde un modesto pueblo costero hasta el destino turístico más emblemático del país.
El 10 de febrero de 1874 es una fecha histórica para Argentina, ya que marca la fundación oficial de Mar del Plata, una de las ciudades balnearias más importantes del país. Este evento fue impulsado por Patricio Peralta Ramos, un comerciante y estanciero argentino, quien logró que el gobierno de la provincia de Buenos Aires reconociera la existencia de un pueblo en terrenos de su propiedad, bajo el nombre de Mar del Plata.
La historia de Mar del Plata se remonta a mucho antes de su fundación oficial. En el siglo XVIII, los jesuitas establecieron una misión llamada Nuestra Señora del Pilar de los Puelches cerca de la Laguna de los Padres, aunque esta fue abandonada debido a la hostilidad de las tribus locales. Posteriormente, en 1857, un consorcio brasileño-portugués, liderado por José Coelho de Meyrelles, instaló un saladero en la zona, lo que atrajo a un pequeño núcleo de pobladores y dio inicio a un cambio en la fisonomía de la región.
Patricio Peralta Ramos adquirió las tierras del saladero en 1860 y comenzó a desarrollar la zona. En 1873, solicitó al gobierno provincial que reconociera oficialmente el pueblo, que hasta entonces se conocía como Puerto de la Laguna de los Padres. El 10 de febrero de 1874, el gobernador Mariano Acosta firmó el decreto que oficializó la fundación de Mar del Plata, nombre elegido por Peralta Ramos.
Tras su fundación, Mar del Plata experimentó un crecimiento significativo. En 1877, Pedro Luro, un inmigrante vasco francés, se hizo cargo del saladero y realizó importantes mejoras, como la construcción de un muelle y un molino harinero, lo que impulsó la agricultura y el comercio en la región. La llegada del ferrocarril en 1886 conectó la ciudad con Buenos Aires, facilitando el turismo y consolidando a Mar del Plata como un destino de élite para las familias adineradas.
A finales del siglo XIX y principios del XX, Mar del Plata se convirtió en un balneario de moda. Se construyeron hoteles emblemáticos como el Gran Hotel Bristol en 1888, y la ciudad atrajo a visitantes de todo el país. Con el tiempo, Mar del Plata evolucionó de ser un destino exclusivo para la élite a convertirse en un lugar accesible para todos, ganándose el apodo de «La Feliz» en la década de 1960.
Hoy, Mar del Plata es un símbolo del turismo argentino, con una rica historia que combina el espíritu emprendedor de sus fundadores con la belleza natural de sus playas. A lo largo de los años, la ciudad ha evolucionado en un destino que atrae a millones de visitantes, ofreciendo una amplia gama de actividades, desde deportes acuáticos hasta eventos culturales. Sus icónicas estructuras arquitectónicas, como el Casino Central, el Torreón del Monje, Villa Victoria, Villa Órtiz Basualdo y La Casa sobre el Arroyo, reflejan un pasado vibrante, mientras que su gastronomía, centrada en los mariscos frescos, deleita a los amantes de la buena comida. Además, Mar del Plata se ha convertido en un punto de encuentro para festivales y actividades artísticas, consolidando su lugar en el corazón de los argentinos y en el mapa turístico internacional.
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