Los hermanos Massimo y Luca Contessi comenzaron a transitar el camino hacia su sueño: los Juegos Olímpicos de Paris 2024. Por ello la dupla del Club Náutico Mar del Plata, viajó a Europa para participar del mundial sub 23 de la categoría 49er, que se disputaría en la localidad de Risor, Noruega. Pero antes del mundial tuvieron una intensa semana de entrenamiento, bajo la dirección de su coach Daniel Cánovas Cólon, con los equipos juveniles de Francia, en el puerto olímpico de Marsella.
Una vez en Noruega comenzaron a aclimatarse con las condiciones del lugar. Risor es un pueblo costero de apenas 3.500 habitantes que se vio virtualmente invadido por más de 200 competidores de todo el mundo que participaron de este mundial sub 23 de las categorías olímpicas 49er, FX y Nacra 17. Se instalaron rampas en el puerto y todos los barcos quedaban en las calles, convirtiéndose el centro de la ciudad en una gran playa de maniobras.
Las condiciones durante gran parte del campeonato fueron de vientos fuertes por encima de los 20 nudos, lo cual no favorecía a los marplatenses que no solo eran la tripulación más jóven, sino una de las más livianas. De todos modos tuvieron buenas regatas ubicándose 14, 21, 3, 23, 15,14, 22, 17 y 18 en cada una de las 9 pruebas clasificatorias. Las dos jornadas finales las disputaron en flota de plata donde tuvieron un dia de vientos fuertes y otro de vientos medios. Allí su labor fue sobresaliente con parciales 3, 2, 1 y 4. De ese modo terminaron en el segundo lugar en flota de plata y 29 en la general sobre 53 equipos. Los ganadores fueron los Neocelandeses McHardie y Mackenzie.
También participó otra tripulación argentina en la categoria femenina FX. Las hermanas Tamani de Rosario se ubicaron 31 en la general de su clase, teniendo muy buenas regatas en la primera parte del campeonato.
Para los representantes del Club Náutico Mar del Plata, ha sido una gran primer experiencia internacional. Los resultados estuvieron por encima de sus expectativas y se traen una buena base para seguir trabajando y poder así insertarse lentamente en el circuito olímpico que está altamente profesionalizado.