El Cementerio de La Loma, un paseo por la historia de Mar del Plata

El imponente Cementerio de La Loma es casi tan antiguo como la ciudad de Mar del Plata. Ubicado en el corazón de la ciudad, fue inaugurado en 1892 para albergar los restos de los vecinos de Mar del Plata en crecimiento.  Este cementerio es conocido por conservar entre sus muros la historia de la ciudad y se encuentra en el predio delimitado por las calles Almafuerte, Alem, Urquiza y la Avenida Juan José Paso, abarcando 6 manzanas.

Construido en estilo ecléctico, combina elementos neoclásicos, italianistas y eclécticos. Su majestuosa entrada, diseñada por el arquitecto italiano Amábile Levis, destaca con sus columnas y arcos de piedra. La escultura que corona el portón pertenece a Rafael Radogna y lleva la inscripción «Memento Mei» («Recuérdame»).

Dentro de sus muros descansan los restos de personalidades que marcaron la historia y desarrollo de Mar del Plata, como políticos, industriales, deportistas y artistas. Los estilos de las tumbas y mausoleos reflejan las tendencias eclécticas y art decó que marcaron a la ciudad a principios del siglo XX.

Aunque el fundador de Mar del Plata, Patricio Peralta Ramos, no descansa allí, el cementerio alberga las tumbas de los protagonistas de la historia de «La Feliz». Recorriendo sus amplias calles, uno puede ver las tumbas de Arturo Alio, Demetrio Eliades, José Camusso, Juan Hector Jara y Pedro Luro, entre otros.

Los cementerios históricos tienen un valor turístico importante por múltiples razones. Primero, actúan como museos arquitectónicos al aire libre donde se puede apreciar la evolución de los estilos y tendencias a lo largo del tiempo. Los diferentes estilos de mausoleos, tumbas y esculturas reflejan la arquitectura que estaba de moda en distintas épocas, desde el neoclásico al art decó.

En segundo lugar, los cementerios históricos resguardan la historia de una ciudad o nación. Las tumbas y monumentos recuerdan a las personalidades más destacadas de diferentes ámbitos que ayudaron a forjar la identidad de un lugar, ya sea políticos, intelectuales, artistas o industriales.

También representan testigos de la historia social y cultural de una comunidad. Las prácticas funerarias y los cementerios mismos suelen reflejar las creencias religiosas, costumbres y jerarquía social de una época.

Por último, su antigüedad y el paso del tiempo suelen darles un atractivo especial, una cualidad casi mágica como sitios de silencio y contemplación que invitan a la reflexión. Los cementerios históricos muchas veces se integran armónicamente a la naturaleza al estar rodeados de árboles centenarios y vegetación exuberante, lo que los convierte en oasis urbanos con valor paisajístico.

Visitar el Cementerio de La Loma es tener una ventana a la historia de Mar del Plata, sus personas más destacadas y la evolución arquitectónica de la ciudad desde fines del siglo XIX. Más que un lugar reservado para la muerte, es un legado vivo que habla de las vidas y sueños de quienes levantaron esta ciudad junto al mar.

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