Estados Unidos superó hoy los 150.000 muertos por coronavirus, en medio de un aumento imparable de casos en gran parte del país, y una reconocida asociación médica advirtió que los fallecidos se elevarán «fácil a múltiples cientos de miles» si el Gobierno no controla la situación.
El país más afectado por la pandemia suma ya más de 150.060 muertos y cerca de 4,4 millones de casos confirmados, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.
Las curvas de contagios y muertes se habían estabilizado en Estados Unidos a principios de mayo, pero luego empezaron a aumentar de modo sostenido y a niveles récord, en todos los casos por la flexibilización de las restricciones impulsada por el Gobierno de Donald Trump para reactivar la economía.
Los estados más afectados por este repunte son los tres más poblados del país: California, Texas y Florida, además de Arizona, entre otros.
Hoy Florida registró su segundo récord diario consecutivo de muertos, aunque los nuevos contagios se mantienen por debajo de la barrera de los 10.000.
En las últimas horas, el estado sureño registró 9.446 nuevos casos y 217 muertes, según el Gobierno.
Texas, por su parte, registró 9.042 nuevos casos, lo que elevó el total a 403.307 y 6.190 muertos; mientras que California sumó 197 fallecidos y 8.755 contagios, y llevó el total a 8.717 y 475.305, respectivamente.
El presidente Donald Trump, quien buscará su reelección en noviembre, insiste en defender su gestión de la crisis y la necesidad de reabrir la economía nacional, con el argumento de que la mayoría de los nuevos casos son «inofensivos» porque no derivan en la muerte.
Por eso, hoy volvió a viajar a uno de los puntos más calientes de la pandemia, Texas, para participar de un evento de recaudación de fondos de campaña en la localidad de Odessa y luego en una recorrida por una instalación petrolera en la ciudad de Midland.
Estados Unidos tardó 54 días para alcanzar las primeras 50.000 muertes por coronavirus, luego otros 34 para llegar a las 100.000 y, finalmente, hoy le tomó 63 días superar los 150.000 fallecidos.
Pese a que estas cifras apuntan a una posible desaceleración de la tasa de mortalidad, la Asociación de Universidades Médicas de Estados Unidos (AAMC) advirtió hoy en un informe que si el país no recupera el control de la pandemia, las muertes se dispararán «fácil a múltiples cientos de miles».
“Se necesita urgente una acción coordinada para salvar vidas, poner fin a la pandemia, restaurar la economía de Estados Unidos y hacer que nuestras vidas vuelvan a la normalidad», dijo el presidente y CEO de AAMC, David Skorton,
citado por la cadena de noticias CNN.
Skorton propuso una nueva «hoja de ruta» elaborada por los decanos de principales universidades de Medicina del país y por otros doctores, científicos, equipos de médicos de emergencia y paramédicos.
“Es vital que Estados Unidos asuma un enfoque unificado ante la pandemia», dijo la organización.
Las medidas propuestas por la AAMC incluyen lidiar ya con las escasez de insumos, expandir la capacidad de testeo, reabrir escuelas pero solo con estrictos protocolos sanitarios, expandir la cobertura médica y elaborar un nuevo protocolo de vacunación nacional.
La organización pidió también estándares nacionales sobre el uso de tapabocas, una medida que ha sido adoptada de manera muy dispar en el país y que ha generado un debate más político que sanitario, luego de que Trump se resistiera durante meses a mostrarse con uno en público.
La AAMC recomendó, además, “establecer estándares nacionales sobre tapabocas para frenar la propagación, especialmente por parte de individuos asintomáticos, y hacerlas obligatorias en áreas de transmisión comunitaria creciente».
Esta hoja de ruta comparte muchas similitudes con los cinco principios que propuso hoy el principal epidemiólogo del Gobierno federal, Anthony Fauci, un hombre que, pese a su cargo, mantiene una relación muy tensa con Trump y sus asesores.
Los cinco principios propuestos por Fauci para contener los brotes son: 1. Uso universal de tapabocas; 2. Evitar multitudes; 3. Distanciamiento físico de al menos 1,8 metros; 4. Higiene típica de manos; 5. Evitar los bares o cerrarlos, si es posible.
Mientras Trump se niega a tomar medidas sanitarias preventivas a nivel federal, los Gobiernos de los estados y ciudades más golpeados continúan emitiendo restricciones.
Hoy Carolina del Sur decretó el uso obligatorio de tapabocas para todos los empleados públicos y dentro de todos los edificios gubernamentales, y que los restaurantes limiten su servicio al 50% de su capacidad y solo a clientes con tapabocas.