
Mar del Plata está conmocionada por un nuevo caso de faena ilegal y presunta comercialización de carne de caballo para consumo humano. En esta oportunidad, siete equinos fueron hallados sacrificados en la zona sur de la ciudad.
Los dueños de los caballos aseguran que los animales eran prácticamente mascotas para sus hijos y sospechan que fueron matados con el objetivo de ser vendidos clandestinamente como carne para la elaboración de milanesas, chorizos y hamburguesas.
El consumo de carne proveniente de faenas clandestinas sin los debidos controles sanitarios y bromatológicos implica graves riesgos para la salud humana. Estas carnes pueden estar contaminadas con bacterias, virus, parásitos o residuos químicos dañinos, lo que puede provocar desde intoxicaciones alimentarias leves hasta enfermedades graves como salmonella, triquinosis, cisticercosis e incluso cáncer. Además, al desconocerse las condiciones de sacrificio y manipulación, existe el peligro de ingerir carne en mal estado o con altos niveles de hormonas y antibióticos. Por ello, es fundamental consumir solamente carne certificada, proveniente de establecimientos habilitados que cumplan con los protocolos de higiene y seguridad alimentaria establecidos para salvaguardar la salud pública.
Lamentablemente, este no sería un hecho aislado. En los últimos tres meses, al menos un centenar de caballos habrían sido faenados ilegalmente en diferentes puntos de Mar del Plata bajo total clandestinidad, según estimaciones preliminares según hizo público el medio marplatense Ahora Mar del Plata.
En septiembre de 2022, la problemática ya había saltado a la luz cuando dos carnicerías fueron clausuradas por presunta venta de carne equina no apta para consumo humano, lo que derivó en un operativo de control e inspecciones por parte de las autoridades sanitarias locales.
Más allá de las posibles sanciones por el sacrificio ilegal de animales, la mayor preocupación radica en los riesgos para la salud que conlleva el consumo de carne proveniente de una faena clandestina sin los controles bromatológicos correspondientes.
Los dueños de los equinos insisten en que algunos de los caballos faenados eran prácticamente mascotas que compartían su vida con las familias, especialmente con los niños, por lo que el hecho les genera aún más conmoción e indignación.
Las autoridades se encuentran investigando los hechos para desarticular las bandas que podrían estar detrás del presunto comercio ilegal de carne de caballo y determinar las responsabilidades del caso.
NMDQ – Imagen ilustrativa.