
La reconocida competencia “World Class Bartender” consagró a Machi Martínez como merecido ganador
Maximiliano “Machi” Martínez tiene 26 años y desde los 20, se desempeña como bartender.
Sus comienzos fueron en su pueblo natal, Carmen de Areco, donde estudiando coctelería junto a su hermano, decidió abrirse su primera barra para eventos.
En paralelo, siempre estudió música. Pero, se fue volcando más al mundo de las barras y decidió venir a hacer temporada a Mar del Plata, ciudad que logró atraerlo para quedarse a vivir acá, entre la brisa del mar y la coctelería Tiki.
Ida y vuelta con una promesa de la coctelería qué, con humildad y simpleza, logró conquistar uno de sus sueños:
¿Cómo llegaste a participar del campeonato? ¿Cómo fue la experiencia?
World Class es una competencia que le tengo mucho cariño. Desde que soy bartender siempre vi esa competencia, los chicos que se anotaban y me llamaba la atención.
Me animé a anotarme. En realidad, el año pasado mandé una receta de Highball, con Johnnie Walker Black Label que se llama “Sendero tropical” y quedé entre los 16 participantes.
Ahí, empezó todo. En ese momento, no podía creer con los gigantes que iba a competir, con bares tremendos, con gente que idolatraba mucho, va, idolatro mucho, porque soy bastante fanático del trabajo de todos los chicos. Me subí a algo que no me puedo bajar, ahora vamos a darle. El año pasado no se nos dio ganar, ni pasar al último desafío que es el de velocidad. World Class consiste en desafíos que propone esta competencia y hay un desafío al que llegan los tres finalistas, es de velocidad, el entrenamiento es precioso.
World Class es una competencia que transforma, evoluciona a uno en el trabajo y como persona.
¿Dónde fue? ¿Quiénes compitieron?
Fue en el campo de Polo. Participó Flavia Arroyo de Casa Cavia, una chica que admiro un montón el laburo que hace. El “Pana”, Marcos, que trabajaba en Uptown, estaba Gastón Aranda de Basa, un amigazo, Gonza duarte, que es un hermano y laburamos mucho juntos, después tenemos a Juan Salazar de Presidente Bar y no me quiero olvidar a nadie.
¿Cómo sigue la competencia?
Ahora a la competencia global. Es un mundial de bartenders. Vamos a representar a la Argentina en Australia. Es una locura, sigo procesando eso, los desafíos que voy a tener en esta final lo va a tener un bartender de Japón, otro de Australia, es una locura. Dentro de poco me llegan los desafíos y la final es en septiembre en Sydney, Australia.
Tu especialidad es la coctelería Tiki, ¿En qué consiste?
Hace mucho le tomé cariño a este tipo de coctelería tropical. De siempre sentí más atracción por este estilo que por coctelería clásica. Consiste en un estilo tropical que se basa en muchos destilados, sobre todo al principio eran rones. Es muy abierto, es muy libre. Se trata del balance de frutas tropicales, cítricos, especias. Es una coctelería muy divertida.
Estoy buscando y tratando de transmitir sobre lo que es mi trabajo, como una especie de evolución o Tiki moderno. Ir un paso más allá utilizando técnicas de vanguardia de la gastronomía y coctelería hoy en día como clarificaciones y fermentados, que es un mundo que me apasiona mucho.
Si bien, estás especializado en la cultura Tiki, ¿Qué tragos te tocaron hacer en la competencia?
Fueron 4 desafíos. Uno era cata a ciegas, el segundo es una versión del Daiquiri, el tercero un Martini, pero con un vermut que hice yo que era un vermut costero con aromáticas de productos de costa. En el speedroom, que fue una selección de grandes clásicos, fui por un Daiquiri, un Mai Tai, un Cosmopolitan, tragos más clásicos que como todo bartender los tiene que aprender. Son como la biblia y todos partimos de los clásicos.
¿Te estás preparando para el mundial?
Por el momento, estamos relajando. No te voy a mentir, estoy ansioso de que lleguen los desafíos, creo que ahí mi mente se volcará a eso para trabajar en equipo. Serán más desafíos y le tengo que poner pila al inglés.
Ping Pong
Un trago para el día: Un Ferroviario (vermut, Fernet y soda)
Un trago para la noche: Martini con piel de limón.
Un bar que te guste: Tiki, Boticario y el 878.
Alguien para compartir barra: Con Damián o con mi hermano.
Por Alejandra Bertolami @ale.bertolami