Parque Camet: un espacio abandonado y en pésimas condiciones

La Mesa Directiva del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito 9 envió la semana pasada una carta al intendente municipal Guillermo Montenegro señalándole su preocupación por la falta de mantenimiento del equipamiento público de la Reserva Forestal Parque Camet y los otorgamientos de permisos de uso de grandes fracciones del mismo, entre otros cuestionamientos

Piden combatir la entrega del espacio público al usufructo privado; aplicar la Ley Provincial de Acceso al Hábitat; terminar con las decisiones inconsultas y cuidar a este gran parque urbano que hoy se encuentra en un estado de abandono y pésimas condiciones de mantenimiento tanto del recurso natural como de las instalaciones imprescindibles para su disfrute.

La misiva, que lleva la firma del presidente, Arq. Eduardo Agüero y del secretario, Arq. Diego Domingorena, refleja el exhaustivo análisis realizado por el Instituto de Hábitat y el Territorio de la institución el cual sostiene que el crecimiento de la superficie destinada a usos privados está por encima y en detrimento de la reservada a lo público.

Parque Camet, el gran parque urbano de la ciudad

Desde el Instituto de Hábitat y el Territorio del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito 9 se ha realizado un análisis recogiendo la historicidad de normativas que prevalecen sobre la Reserva Forestal Parque Camet y que, aún en su gran número, no parecen ordenar los usos del mismo.

Sucesivas generaciones de marplatenses y turistas han disfrutado de este parque público excepcional por su magnitud, por sus valores paisajísticos, ambientales, y por la infraestructura deportiva equipada con que contaba al momento de su adquisición (136 hectáreas de las cuales 40 están profusamente arboladas). Rápidamente el “Parque Camet” se consolidó como un espacio público emblemático de la ciudad, hecho refrendado no sólo por la permanente afluencia de público sino también por un sentimiento de responsabilidad colectiva para con el espacio que la comunidad ha evidenciado y confirmado a lo largo de los años. Los vecinos (ONGs, fundaciones, Sociedades de Fomento, la red social de la zona y colindantes del parque) se organizan, se movilizan, se auto convocan para efectivizar reclamos en defensa de este lugar que la sociedad marplatense siente como propio.

Es uno de los espacios públicos más concurridos de Mar del Plata, esto ha sido así durante décadas y sigue siéndolo en el presente. La gente continúa eligiendo y concurriendo pese al estado de abandono en que se encuentra y a las pésimas condiciones de mantenimiento tanto del recurso natural como de las instalaciones imprescindibles para su buen uso y disfrute.

La gran cantidad de Ordenanzas y Decretos dictados desde principios de la década del 90 hasta la fecha (aproximadamente 86 Normas Municipales registradas en relación al parque desde su adquisición) incluyen la creación de un reglamento de usos, que especifica las condiciones en que se deben mantener los predios, distintas alternativas de manejo que van desde la creación de unidades de gestión hasta la designación de un Director Administrativo siempre con el propósito de proyectar y ejecutar mejoras, ejercer el contralor del buen uso del parque, el mantenimiento del mismo y de su infraestructura, ejercer control policial, etcétera.

Entre las 86 normas mencionadas alrededor de 40 conciernen al otorgamiento de: permisos de usos para actividades gastronómicas, recreativas, kioscos, recreos infantiles, alquiler de fogones, de bicicletas, funcionamiento del tranvía histórico, instalaciones para equino terapia, centro de entrenamiento para deportistas amateurs, entre otros.

Esta proliferación de ordenanzas, decretos y propuestas se traslada al territorio haciendo del parque un espacio en permanente transformación, estos cambios en su configuración tienen como factor común el crecimiento de la superficie destinada a usos privados por encima y en detrimento de la superficie destinada al uso público. “Es pertinente puntualizar que consideramos valorable la colaboración del Municipio en favor de algunas instituciones como por ejemplo los clubes. Los clubes en muchos casos, aunque no siempre, cumplen en sus respectivos barrios una importante función social por lo tanto es importante que el Estado contribuya posibilitando el crecimiento de estas organizaciones y el desarrollo de sus actividades varias. Pero esta colaboración traducida en cesión de tierras insistimos no debe efectivizarse en detrimento y disminución del espacio destinado al disfrute del público en general”, apuntan desde la entidad.

Asimismo expresan que “si bien creemos que puede haber una relación simbiótica y prolífica entre usos privados y públicos, una relación concebida a partir del desarrollo sostenible y por lo tanto socialmente inclusivo, aclaramos y remarcamos que claramente lo que viene aconteciendo en el Parque Camet no responde precisamente a este modo de concebir la relación público-privado”.

Por otra parte, no se debe continuar con esta política según la cual el parque parece ser un reservorio de espacio disponible. Para paliar este tipo de requerimientos es menester de la comuna proyectar e implementar una adecuada política de tierras que tenga por objeto entre otras cosas generar bancos de tierra para resolver necesidades que afectan por ejemplo a muchas instituciones de carácter social y deportivo y más allá de estos casos puntuales otras necesidades tanto o más acuciantes como la existencia de tierra destinada a viviendas.

Es importante traer a colación que estas decisiones respecto del destino de las fracciones que integran el parque no son previamente transparentadas, son decisiones inconsultas, la comunidad toma conocimiento de las mismas cuando se ejecutan en el territorio, cuando se cercan los predios, se ejecutan las obras, etc. Este modus operandi obviamente plantea una gran divergencia respecto del concepto que entiende y concibe a la ciudad como una construcción colectiva. La Ley Provincial de Acceso al Habitat (Ley 14449) es categórica respecto de la participación de la comunidad en la toma de decisiones.

En forma coincidente con la Defensoría del Pueblo y los vecinos y vecinas que vienen reclamando estas cuestiones, consideramos que se debe generar un plan de uso y conservación del parque donde el gobierno municipal junto con el Honorable Concejo Deliberante, las organizaciones y entidades de la sociedad civil y la comunidad vecinal definan un nuevo reglamento de uso y protección de esta Reserva Forestal.

“Pero más allá de este justo y urgente reclamo desde el CAPBA DIX consideramos imprescindible concebir de forma conciliada tal como lo establece la citada Ley 14449 De Acceso Justo al Hábitat un proyecto que confirme una perspectiva concreta para el Parque Camet, que consolide su configuración espacial, su carácter público y que definitivamente lo ponga fuera de esta ecuación que tiene por fin ultimo la entrega del espacio público al usufructo privado. Este gran espacio extraejidal, con el crecimiento y densificación de la mancha urbana está llamado a ser el único gran parque urbano de la ciudad. Mar del Plata y su comunidad no puede permitirse malograr la oportunidad de contar con este gran espacio, oportunidad excepcional que no todas las localidades tienen la fortuna de alcanzar. Un gran parque urbano: virtud de las ciudades concebidas y conducidas con espíritu de grandeza, sensibilidad social y ecuanimidad.

Es menester del Municipio asegurar la existencia de este gran espacio público de escala urbana en toda su extensión, magnificencia y riqueza ambiental, asegurar su integridad, su carácter inclusivo, edificante e igualitario, para que las sucesivas generaciones de marplatenses con toda su diversidad puedan coincidir en este espacio integrador y disfrutar del mismo en plenitud”, culminan.