MUSICA: Romina Salgado se sincera y apuesta al amor con Bon Voyage

La cantante, compositora, modelo y actriz Romina Salgado presenta su nuevo single en formato fílmico musical “Bon Voyage”, un canto a “la reinvención, la deconstrucción del fracaso como tal, el permitirse ser genuino y sincero a corazón abierto, la libertad, la humildad de no culpar al otro ni culparse uno mismo cuando un vínculo a pesar de darlo todo llega a un final”.

Quien fuera coreuta de David Lebón y Miguel Zavaleta y chica Sofovich, se encuentra dando forma a lo que será su nuevo disco después de “Ni vaca ni perra” y su primer corte del 2020 “Apocalipsiquis”.

“Bon Voyage significa muchas cosas… entre la autovaloración, seguir el deseo y seguir apostando al amor por sobre todas las cosas. Ir tras los sueños a pesar de las posibles consecuencias negativas, animarse, atreverse a soñar”, cuenta sobre una canción que nació ya hace unos años pero que en esta pandemia pudo “resignificar dándole un giro de 180 grados”.

Sus aristas artísticas que también la marcan como una de las históricas modelos de Roberto Piazza, en este material “ Se unen de una manera muy natural ya que cada canción que compongo viene acompañada con su videoclip en donde además de cantar puedo desarrollar mi faceta actoral apoyada con mi lado estético”.

Esta entrenadora de talentos (a lo que dedica sus días dando clases de técnica vocal, brindando talleres de creatividad, etc), tiene hoy su corazón reparado tras la ruptura con el ex Susano Vladimir: “El corazón no me entra en el cuerpo de tanta felicidad de que llegó a mi vida alguien de alma pura, de buen corazón”, dice al referirse a Alejandro Spinelli, músico y productor, con quien se casó el 8 de febrero y no solo comparten hoy la vida dentro de su estudio de grabación Chufitlandia sino que también estas aventuras fílmico-musicales. “Vladimir volvió a su país, Rusia, donde rehizo su vida hace tiempo ya. Tenemos juntos un hijo hermoso y es un papá super presente más allá de la distancia”, dice en referencia a Aloiz, de 21, su hijo más chico ya que su primogénita fue Micaela (27). Ambos fueron los testigos de casamiento de su madre en plena pandemia: “Desde que comenzó la pandemia que no nos veíamos y fue un reencuentro familiar muy hermoso”.

Publicado por Marcelo Pérez Peláez
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