Con un video que respalda la teoría, le agencia de noticias PAIS, desliza la posibilidad como muy factible a raíz de una experiencia anterior de Montenegro en 2015 cuando fue candidato a intendente de San Isidro.
Es cada vez más escuchada la posibilidad de que el intendente Guillermo Montenegro recurra a una estrategia que ya habría utilizado en 2015, cuando fue candidato a intendente de San Isidro.
“Nosotros tenemos mucha experiencia con la fiscalización en la Capital. Que se considere para fiscalizar al país como distrito único me permite hacerlo no sólo con vecinos de San Isidro, que son muchos los que nos han ayudado, sino con otros de mucha experiencia en la fiscalización (llevados especialmente para ese trabajo)” afirmó Montenegro cuando le preguntaron por la falta de estructura propia para encarar las PASO hace muy pocos años, en 2015, cuando San Isidro era “su lugar en el mundo”.
En aquella oportunidad, Montenegro sabía que podía trasladar vecinos del PRO de Capital Federal para que le cuiden sus votos y en ésta oportunidad, en Mar del Plata, el PRO local no estaría en condiciones de competir fiscalizando con el radicalismo en la vereda de enfrente. El intendente que llegó a su ciudad natal como una imposición a manera de castigo por acompañar la pre candidatura a jefa de gobierno de Gabriela Michetti, reeditaría su falta de arraigo en una ciudad donde no es considerado local por los vecinos.
Navegar una elección sin naufragar es complejo en un partido como General Pueyrredon, sobre todo cuando la gente no siente un vínculo con el dirigente. Para complicar la situación, los creativos de la campaña de ex jefe de seguridad porteño eligieron una frase que genera cierto disgusto entre los vecinos: “siempre del lado de los marplatenses”. Lo que el intendente reafirma como una virtud, es una obviedad y la pregunta inmediata es: “si es intendente de Mar del Plata, del lado de quién va a estar si no es de los vecinos de la ciudad que gobierna?”.
Todas las fichas están puestas en el trabajo del dirigente del PRO, Emiliano Giri, quien trabaja fuertemente en construir un armado militante (al estilo PRO) pero que por un error estratégico convirtieron en “jefe de campaña de Santilli en la quinta sección electoral”. El error es inédito ya que Santilli tiene un jefe de campaña, no uno por sección. La presión de Montenegro por poner en lugar entrante a senador provincial a su amigo Alejandro Rabinovich terminó forzando el invento de una función sin relevancia para simular algún tipo de reconocimiento y que aleja del epicentro electoral al armador mas importante que tiene el partido amarillo (por no decir el único) en Mar del Plata.
Sin la estructura de Crear (liderada por el senador Lucas Fiorini), que se alejó cuando Montenegro despidió a todos sus funcionarios por un voto negativo al polémico pliego del transporte, más la salida del espacio que integra el concejal Nicolás Lauría (ex presidente de bloque de Montenegro y su primer candidato a concejal en 2019), el intendente sólo cuenta con un PRO en formación y la casi inexistente Coalición Cívica, de Lilita Carrió, que se sintetiza en un grupo de amigas personales de la dirigente nacional.
Como en San Isidro en 2015, Montenegro no descartaría (sería casi un hecho) llevar a Mar del Plata fiscales de otras ciudades, principalmente de CABA, para cuidar los votos en “su segundo lugar en el mundo”.
Fuente: Agencia País