
Por Marcelo Pérez Peláez (con asistencia de Qwen y DeepSeek).
Microsoft ha anunciado la semana pasada un logro científico y tecnológico revolucionario: la creación de un nuevo estado de la materia, llamado estado topológico, dentro de su procesador cuántico Majorana 1. Este avance, desarrollado como parte de su programa de investigación en computación cuántica, podría ser un paso clave para construir sistemas cuánticos más estables y escalables, con el potencial de transformar áreas como la criptografía, la inteligencia artificial y la simulación de materiales.
El nuevo estado de la materia descubierto por Microsoft se basa en la superconductividad topológica, un fenómeno que combina dos conceptos:
- Superconductividad: Propiedad de algunos materiales que les permite conducir electricidad sin resistencia.
- Topología: Una rama de las matemáticas que estudia las propiedades que no cambian, incluso si un objeto se deforma (por ejemplo, un donut y una taza de café tienen la misma topología porque ambos tienen un agujero).
Este estado se logra utilizando un material innovador llamado topoconductor (o superconductor topológico), creado uniendo átomos de arseniuro de indio (un semiconductor) y aluminio (un superconductor convencional).
La clave de este nuevo estado es que protege la información cuántica almacenada en los qubits (las unidades básicas de información en computación cuántica) de interferencias externas, como vibraciones o campos electromagnéticos. Esto lo hace mucho más resistente a errores que los sistemas cuánticos tradicionales.
El procesador Majorana 1 de Microsoft incluye ocho qubits topológicos, que son más eficientes y estables que los qubits convencionales. Estos qubits aprovechan las propiedades de las cuasipartículas de Majorana, entidades exóticas que actúan como sus propias antipartículas y son clave para evitar la decoherencia, un problema común en la computación cuántica que destruye la información cuántica.
Según Microsoft, estos qubits tienen tres ventajas principales:
- Son pequeños: Ocupan menos espacio, lo que facilita la creación de procesadores más grandes.
- Son rápidos: Pueden realizar operaciones en nanosegundos.
- Son controlables: Su estado puede ajustarse con precisión usando pulsos eléctricos, sin necesidad de sistemas de enfriamiento extremo.
La computación cuántica tradicional enfrenta dos grandes desafíos: la alta tasa de errores y la dificultad para aumentar el número de qubits. Los qubits topológicos de Microsoft resuelven estos problemas al almacenar información en «bordes» o «defectos» topológicos, que son naturalmente resistentes a perturbaciones.
Este avance podría acelerar la llegada de la supremacía cuántica útil, es decir, el momento en que las computadoras cuánticas resuelvan problemas prácticos que las computadoras clásicas no pueden abordar. Algunas aplicaciones potenciales incluyen:
- Descubrimiento de materiales: Diseñar fármacos o superconductores que funcionen a temperatura ambiente.
- Optimización logística: Resolver problemas complejos en transporte, finanzas o cadenas de suministro.
- Criptografía postcuántica: Crear sistemas de seguridad invulnerables a ataques de computadoras cuánticas.
Aunque el anuncio es prometedor, aún hay obstáculos por superar:
- Escalabilidad: No está claro cómo integrar miles o millones de qubits topológicos en un solo chip.
- Temperatura: Los experimentos actuales requieren temperaturas cercanas al cero absoluto (−273,15 °C), lo que dificulta su uso comercial.
- Validación: Los resultados aún no han sido publicados en revistas científicas con revisión por pares, lo que genera cierta cautela en la comunidad científica.
Microsoft ha invertido más de una década en este proyecto, colaborando con instituciones como la Universidad de Delft (Países Bajos) y el Laboratorio Nacional de Los Álamos (EE.UU.), lo que consolida su liderazgo en este campo.
Microsoft planea integrar sus qubits topológicos en una arquitectura modular llamada Quantum Computing Stack, que incluirá hardware, software y herramientas de desarrollo accesibles a través de su plataforma en la nube, Azure Quantum. La compañía también tiene como objetivo crear un qubit lógico (un qubit corregido de errores) un paso crucial hacia computadoras cuánticas comercialmente viables.
El descubrimiento de Microsoft no solo redefine los límites de la física, sino que también abre las puertas a una nueva era tecnológica. Aunque quedan desafíos por resolver, este logro subraya el potencial de la computación cuántica topológica para transformar industrias y resolver problemas globales. En un mundo donde la innovación avanza a pasos agigantados, es crucial que Argentina y Latinoamérica se posicionen como actores clave en esta revolución.
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