
Los fríos números del último informe del Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito (Cemaed) pintan un panorama desolador para Mar del Plata. En marzo de 2024 se registraron 441 robos y hurtos en la ciudad, la cifra más alta para un mes de marzo en los últimos 6 años, manteniendo la preocupante tendencia al alza de los delitos contra la propiedad.
El 67% de estos hechos fueron robos, es decir, con amenazas o violencia de por medio, mientras que los hurtos representaron el 33% restante. Las víctimas masculinas fueron las más afectadas con el 56% de los casos. Pero lo más alarmante es que el rango etario de 36 a 45 años fue el más golpeado por esta oleada delictiva.
Las comisarías primera y segunda, que abarcan el casco céntrico y zonas aledañas, concentraron la mayor cantidad de denuncias, en un claro reflejo de la sensación de inseguridad que se respira en las principales arterias comerciales y de recreación de la ciudad.
Los ladrones no discriminan sus blancos: el 33% de los robos fueron a viviendas, el 24% a comercios y el 27% en la vía pública. En 38 de estos hechos, las víctimas reportaron la presencia de armas de fuego en manos de los delincuentes, un dato que hiela la sangre.
En el caso de los robos a comercios, si bien hubo una leve baja respecto a febrero, la cifra sigue siendo inaceptablemente alta con 108 hechos. El 54% fueron robos con violencia y en 8 casos hubo armas de fuego de por medio. Los barrios Centro, Nueva Pompeya, La Perla, Los Troncos, San Carlos y San Juan se convirtieron en verdaderas zonas de riesgo para los comerciantes.
Por su parte, los robos a viviendas aumentaron con 144 casos, de los cuales el 73% fueron robos propiamente dichos. Barrios como Libertad, Centro, Villa Primera, Fray Luis Beltrán, Bernardino Rivadavia y La Perla vieron cómo los delincuentes violaban la santidad de los hogares marplatenses.
En las calles tampoco hay seguridad, con 119 robos y hurtos en la vía pública, en 25 de los cuales se emplearon armas de fuego para amedrentar a las víctimas. El centro y otras zonas neurálgicas como San José, Belisario Roldán, Plaza Peralta Ramos, Aeroparque y Estrada se transformaron en auténticos campos minados para los transeúntes.
Pero los ladrones no se conforman con los bienes personales, también van por los vehículos. En marzo se robaron 93 autos, la mayor cifra para ese mes desde 2020, con un preocupante 27% de los casos siendo robos violentos. Los barrios Centro, San Juan, Don Bosco, Las Avenidas y San José encabezan la lista negra automovilística. El panorama es aún más sombrío para los propietarios de motos, con 172 unidades sustraídas, la segunda marca más alta desde 2015, nuevamente con el Centro como la zona más caliente.
Las autoridades deben actuar con urgencia para revertir estos índices que alejan cada vez más a Mar del Plata de su imagen de ciudad balnearia segura. Los vecinos ya no soportan más esta realidad y exigen mano dura contra los delincuentes que siembran el terror y socavan la calidad de vida de una comunidad que no se merece esta ola de inseguridad.
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