Mar del Plata, reconocida como uno de los principales destinos turísticos de la provincia de Buenos Aires, continúa enfrentando graves desafíos en materia de seguridad. A pesar de que la lucha contra el delito fue una de las principales promesas de campaña del intendente Montenegro, su gestión ha demostrado ser ineficaz en abordar este problema creciente en la ciudad costera.
Un informe desarrollado por Verisure, una reconocida compañía de seguridad, reveló que durante el año 2023, Mar del Plata registró una alarmante cantidad de hechos delictivos. Con un 5,07% de alertas críticas, esta ciudad junto con Villa Gesell se ubica en el segundo lugar del ranking de inseguridad, tan solo por detrás de la crítica ciudad de Rosario.
La gestión del intendente Montenegro ha sido duramente criticada por su falta de resultados concretos en la lucha contra el delito. A pesar de haber prometido priorizar la seguridad durante su primer campaña electoral, los residentes de Mar del Plata se enfrentan a una realidad alarmante en la que la inseguridad sigue siendo una preocupación constante en sus vidas diarias.
La ciudad ha experimentado un incremento alarmante en robos de autos, robos de celulares, hechos de violencia denominados como ajuste de cuentas en los barrios, así como también usurpaciones ilegales, evidenciando una pérdida de control en la vía pública.
Los robos de autos se han convertido en una problemática recurrente en Mar del Plata. Los delincuentes utilizan distintos métodos para sustraer vehículos, desde el robo de llaves hasta el uso de inhibidores de señal y técnicas de forzamiento. Esta situación ha generado una sensación de inseguridad en los propietarios de automóviles y ha llevado a un aumento en la demanda de dispositivos de seguridad y sistemas de rastreo.
Por otro lado, los robos de celulares han adquirido una relevancia preocupante en la ciudad. Los delincuentes aprovechan descuidos o utilizan la violencia para arrebatar los dispositivos móviles de los transeúntes. Esta modalidad delictiva no solo afecta la propiedad de las víctimas, sino que también puede comprometer su privacidad y seguridad personal debido a la gran cantidad de información sensible que se encuentra en los teléfonos inteligentes.
Además, los hechos de violencia relacionados con ajustes de cuentas en los barrios han aumentado en Mar del Plata. Estos conflictos, generalmente vinculados a disputas entre bandas delictivas, representan un peligro para la comunidad y generan un clima de temor en los vecindarios afectados. La falta de control y prevención de estos enfrentamientos pone en riesgo la integridad de los residentes y requiere una intervención decidida por parte de las autoridades.
Por si fuera poco, las usurpaciones ilegales de propiedades también se han vuelto más frecuentes en la ciudad. Grupos organizados ocupan viviendas de manera ilegal, generando un conflicto tanto para los propietarios legítimos como para la convivencia en los barrios. Estos casos evidencian la necesidad de fortalecer los mecanismos legales y la presencia policial para prevenir y combatir estas prácticas ilegales.
En general, la inseguridad en Mar del Plata ha alcanzado niveles preocupantes, lo que ha generado un impacto negativo en la calidad de vida de los ciudadanos y en el desarrollo económico y turístico de la ciudad. La falta de control en la vía pública y el aumento de delitos como los robos de autos, los robos de celulares, los ajustes de cuentas y las usurpaciones ilegales requieren una respuesta integral por parte de las autoridades y un compromiso conjunto de la comunidad para revertir esta situación.
Es necesario implementar estrategias de prevención del delito, fortalecer la presencia policial en áreas críticas, mejorar la iluminación y la infraestructura de seguridad en espacios públicos, así como promover la participación ciudadana y la colaboración con organizaciones de la sociedad civil para abordar estos problemas de manera efectiva.
Los «escruches», robos a viviendas que ocurren principalmente fuera de la temporada turística, continúan generando temor y frustración entre los ciudadanos. Estos delitos no solo afectan la tranquilidad de las personas, sino que también impactan negativamente en el desarrollo económico y turístico de la ciudad.
Ante esta situación, se requiere una respuesta urgente y efectiva por parte de las autoridades locales. Es necesario implementar políticas integrales de prevención del delito, fortalecer la presencia policial en las zonas más afectadas y mejorar la coordinación entre las fuerzas de seguridad y el sistema judicial. Sin embargo, hasta el momento, la gestión del intendente Montenegro ha mostrado pocos avances en estas áreas fundamentales.
La inseguridad persistente en Mar del Plata plantea interrogantes sobre la capacidad de la administración local para abordar este problema de manera efectiva. Los ciudadanos esperan que se tomen medidas concretas y se destinen los recursos necesarios para garantizar la seguridad de todos.
Es fundamental que el intendente Montenegro asuma su responsabilidad y tome las acciones necesarias para cumplir con las expectativas de seguridad que prometió durante su campaña. La comunidad espera una gestión comprometida y decidida en la lucha contra el delito, que brinde resultados tangibles y contribuya a generar un ambiente seguro y tranquilo para todos los marplatenses.
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