
Desde la plataforma change.org se está promoviendo una campaña para crear una Ley Fernando, con el objetivo de que el odio de clase sea considerado como un agravante en los delitos.
El pedido se basa en el caso del joven Fernando Baez Sosa, quien fue víctima de un homicidio cometido en un contexto de odio de clase. Los organizadores argumentan que este tipo de delitos son un mal creciente en Argentina y que es necesario incluir el odio de clase como agravante en la pena judicial.
Por lo antes expuesto se busca modificar el Art. 80 inc. 4 del Código Penal Argentino, para incluir expresamente al odio de clase como un agravante del delito de homicidio y otros delitos contra las personas. Los organizadores exigen al poder legislativo que trabaje en la creación de la Ley Fernando para abordar este problema.
El odio de clase es un sentimiento de hostilidad o aversión hacia personas pertenecientes a un determinado sector social o clase económica. Este tipo de odio se basa en estereotipos y prejuicios sobre las personas que pertenecen a una clase social diferente a la propia, y puede manifestarse en acciones discriminatorias y violentas.
Este tipo de agresión puede ser causado por una variedad de factores, como la desigualdad económica, la falta de oportunidades y el sentimiento de inferioridad o superioridad en relación a otras clases sociales. A menudo, el odio de clase se basa en la creencia de que una clase social es inferior o superior a otra y se justifica con argumentos como el mérito personal, la inteligencia y la moralidad.