Viajes en galera: la forma de transporte entre Mar del Plata y Balcarce en el pasado.
Cuenta el historiador Rubén Calomarde que en los albores del siglo XX, los viajes entre Mar del Plata y Balcarce eran todo un acontecimiento. Las galeras, carruajes tradicionales de la época, eran el medio de transporte utilizado para cubrir este recorrido, como se puede apreciar en las inscripciones en el lateral de uno de estos vehículos.
Una de las figuras destacadas en este contexto era Tomás Chacón, uno de los primeros cocheros habilitados en Mar del Plata. Su habilidad y experiencia lo convirtieron en una figura reconocida en la zona.
El punto de partida y llegada de estos viajes era la posta ubicada en las cercanías de Luro y Corrientes, en la zona del puerto de Mar del Plata. El recorrido hasta Balcarce se realizaba en dos días consecutivos, lo que implicaba una travesía de ida y vuelta.
Según los registros de la época, en condiciones climáticas favorables, los viajes eran diarios, con la excepción de una o dos jornadas semanales en las que no se prestaba servicio. Sin embargo, durante los meses más crudos del invierno, la galera se veía impedida de realizar su travesía, como lo indica la ausencia de anotaciones en los meses de julio y agosto.
Este modo de transporte, aunque rudimentario, era una opción popular entre los habitantes de la zona, ya que les permitía desplazarse de manera relativamente rápida y cómoda. Aunque no contaban con las comodidades de los vehículos modernos, las galeras eran una forma de transporte confiable y segura para los viajeros de la época.
La historia de los viajes en galera entre Mar del Plata y Balcarce es un testimonio fascinante de cómo se movilizaban las personas en el pasado. A través de estas travesías, se puede apreciar cómo la tecnología y los medios de transporte han evolucionado a lo largo de los años, brindando mayores comodidades y eficiencia en los desplazamientos.
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