
Imagen generada con IA del Papa caminando por la rambla de Mar del Plata. Las deepfakes y la utilización incorrecta de la nueva tecnología pone en alerta al mundo.
A sus 87 años, el Papa Francisco se mantiene firme e incansable en su lucha por guiar a la humanidad por senderos de justicia, paz y dignidad. En esta ocasión, abordará uno de los mayores desafíos antropológicos de nuestra era: la irrupción de la IA y sus profundas implicaciones en todos los ámbitos de la vida humana.
Francisco se convertirá en el primer Pontífice en participar en una cumbre del G7, el selecto grupo de las siete naciones más industrializadas del mundo. Su presencia en esta cita crucial de líderes mundiales, que se celebra del 13 al 15 de junio en la región italiana de Apulia, tiene un propósito trascendental: alzar su voz profética en defensa de un desarrollo ético y humanista de la Inteligencia Artificial (IA).
Si bien el Papa reconoce las oportunidades sin precedentes que ofrece esta tecnología disruptiva, también advierte con vehemencia sobre los riesgos y peligros que conlleva su mal uso y falta de regulación ética. En reiteradas ocasiones, ha levantado su voz para denunciar las formas de manipulación, control social y amenazas a la privacidad y la libertad que podrían derivar de un desarrollo descontrolado de la IA.
En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 2024, titulado «Inteligencia Artificial y paz», el Pontífice denunció las formas de manipulación y control social derivadas de la IA, así como los peligros de su uso en el contexto militar y armamentístico. Anteriormente, en su mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales de 2024, reflexionó sobre la necesidad de equilibrar la «Inteligencia Artificial» con la «sabiduría del corazón», para evitar que la tecnología se imponga sobre los valores humanos esenciales.
El Papa Francisco es uno de los principales impulsores del «Llamamiento de Roma por la Ética de la IA», un documento firmado en enero de 2023 por representantes de las tres religiones abrahámicas que establece principios rectores como la transparencia, la inclusión, la responsabilidad y la imparcialidad en el desarrollo de esta tecnología disruptiva.
Ante los líderes del G7 –Estados Unidos, Alemania, Francia, Canadá, Italia, Japón y Reino Unido–, el Pontífice instará a la creación de un «tratado internacional vinculante» que regule el uso de la IA y evite su desviación hacia prácticas perjudiciales para la humanidad. Su objetivo es prevenir una «dictadura tecnológica» que amenace la libertad y la dignidad humanas, así como abordar los riesgos de la IA en áreas tan sensibles como la desigualdad social, la difusión de noticias falsas, la violación de la privacidad y la creciente desconfianza hacia los medios de comunicación.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, agradeció al Papa Francisco por aceptar la invitación a participar en la sesión dedicada a la IA, asegurando que su presencia «contribuirá de manera decisiva a la regulación ética y cultural» de esta poderosa tecnología que está transformando el mundo.
En una era donde la IA avanza a pasos agigantados y amenaza con desbordar los límites éticos y morales, la voz profética del Papa Francisco se alza como un faro moral que guía a la humanidad hacia un camino de desarrollo tecnológico responsable, sostenible y centrado en las personas. Su participación histórica en el G7 marcará un hito trascendental en el debate global sobre la IA y su impacto en nuestra sociedad, aportando una perspectiva humanista, ética y espiritual a esta crucial discusión.
Con su liderazgo moral y su incansable lucha por la justicia y la dignidad humanas, el Papa Francisco se erige como un referente indispensable en la construcción de un futuro donde la tecnología esté al servicio del bien común y no se convierta en una amenaza para los valores fundamentales que nos definen como seres humanos.