La ciudad costera de Mar del Plata alberga uno de sus misterios más cautivadores: la historia del Hotel Saint James, una majestuosa obra que nunca llegó a ver la luz. Aunque las respuestas son escasas y los interrogantes abundantes, este hotel fantasmagórico posee una fascinante historia que al menos satisface algunas preguntas básicas.
Ubicado en un lugar privilegiado, el Hotel Saint James ocupaba cuatro manzanas en las calles Alberti, Carlos Pellegrini, Boulevard Marítimo y General Paz, donde actualmente se encuentran las Torres de Manantiales. Su imponente estructura se alzaba a más de 20 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo una vista panorámica hacia la playa que en ese entonces llevaba su nombre: Playa Saint James, conocida también como Playa de los Ingleses hasta 1982, cuando pasó a llamarse Playa Varese.
Se estima que la construcción de este fastuoso hotel comenzó alrededor de 1890, y se cree que su inauguración estaba próxima. De hecho, las fotografías de la época muestran una edificación casi completa, con la única ausencia de puertas, ventanas y balcones. Incluso se dice que su interior ya estaba decorado. Sin embargo, surge la pregunta inevitable: ¿Por qué fue abandonado cuando estaba a punto de ser terminado?
Para intentar desentrañar este enigma, es necesario mencionar tres nombres: Thomás Dugan, Santiago Graham y Duarte Carres. Estos empresarios irlandeses radicados en Argentina fueron los principales responsables de financiar la construcción del hotel, junto con un tercer individuo cuya existencia siempre ha sido motivo de dudas. Curiosamente, no existen registros ni planos de esta imponente obra. La única mención escrita sobre el hotel data del 15 de febrero de 1919, en un artículo de la revista «Caras y Caretas», donde se sugiere que la posible deserción de la obra se debió a un error de cálculo que llevó a erigir la enorme estructura en terrenos adyacentes a los correspondientes.
Otra versión sostiene que la sociedad formada por Dugan, Graham y Carres se vio afectada por la crisis financiera que azotó a Argentina en 1890, lo que provocó la quiebra del Banco Nacional. Ante esta situación, comenzó a circular un rumor en la ciudad que con el paso de los años se convirtió en leyenda: el ingeniero a cargo de la obra se habría ahorcado dentro del hotel abandonado.
Un misterio adicional se suma a esta intrigante historia: el paradero del contratista de la obra, un italiano llamado Domingo Santini. Presionado por los obreros para que pagara sus salarios, Santini desapareció y nunca más se supo de él. Algunos vecinos afirmaban que había viajado a Italia con la promesa de regresar con el dinero adeudado, pero nunca cumplió su promesa.
A medida que pasaban los años, el Hotel Saint James continuaba sufriendo un constante deterioro. Después de más de 30 años de abandono, sus techos colapsaron y partes de la estructura se derrumbaron. Finalmente, en 1923, se tomó la decisión de demolerlo. Así llegó a su fin una historia que ni siquiera tuvo un comienzo real.
Sin embargo, en el valioso archivo fotográfico del hotel se puede apreciar un detalle significativo: dos esculturas, las réplicas de las famosas Venus de Milo y la Mujer Bañándose, se encontraban relativamente cerca una de la otra. Estas obras de arte ornamentaban el Paseo de la Explanada Sur y todavía se pueden apreciar en la actualidad en la Plaza Colón. Tal vez, estas esculturas silenciosas guarden uno de los mayores secretos de la ciudad, siendo testigos mudos del derrotero del Hotel Saint James.
Aunque el Hotel Saint James se haya convertido en un fantasma del pasado, su historia perdura como un enigma cautivador en la rica historia de Mar del Plata. Un legado que despierta la imaginación y nos invita a sumergirnos en los misterios que todavía acechan en lasprofundidades de esta encantadora ciudad costera.
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Foto iustrativa: HOTEL SAINT JAMES. Vista general, 1919. Fuente: Argentina, Archivo General de la Nación, Departamento Documentos Fotográficos / Consulta_INV: 142785