El concejal de Vamos Juntos, Cristian Beneito, arremetió contra las tácticas opositoras tras la denuncia penal contra los concejales que aprobaron el proyecto.
La reciente denuncia penal contra los 15 concejales que aprobaron la instalación de un bar en el Faro desató un nuevo capítulo de tensión política en la ciudad. Cristian Beneito, concejal del bloque Vamos Juntos, salió a defender la decisión de sus pares, cuestionando abiertamente las acciones del kirchnerismo y acusándolo de utilizar tácticas de judicialización para frenar el desarrollo local.
En su cuenta oficial de X, Beneito publicó un contundente mensaje: «BASTA DE EXCUSAS: el KIRCHNERISMO usa los derechos humanos para frenar el desarrollo y no acepta la derrota legislativa». Con estas palabras, el concejal buscó poner de relieve lo que consideró una estrategia recurrente por parte de la oposición, que, según él, recurrió a la judicialización y a la mediatización cuando no logró obtener resultados favorables en las urnas.
El concejal no se detuvo ahí. En un tono desafiante, Beneito afirmó: «Es claro que el Kirchnerismo sigue usando las mismas tácticas de siempre: cuando no pueden ganar en las urnas, buscan judicializar o mediatizar los resultados». Su crítica se centró en lo que él consideró un uso indebido de los derechos humanos, señalando que esta temática se convirtió en un argumento recurrente para deslegitimar decisiones democráticas que no les eran favorables. «Basta de usar a los derechos humanos como excusa para defender sus propios intereses. El Kirchnerismo ya perdió hace rato, ¡acéptenlo!», enfatizó.
La polémica en torno a la instalación del bar en el Faro no solo provocó la indignación de Beneito, sino que también despertó preocupaciones entre grupos ambientalistas. Estos colectivos advirtieron sobre el potencial impacto negativo que un establecimiento comercial podría tener sobre el entorno natural y cultural del emblemático espacio. Sin embargo, Beneito defendió la iniciativa como una oportunidad para impulsar el turismo y la economía local, argumentando que el desarrollo no debía verse como un enemigo del medio ambiente, sino como un complemento.
A medida que la denuncia penal avanza por el sistema judicial, la comunidad se encuentra dividida. Mientras algunos apoyaron la decisión del Concejo Deliberante de abrir un bar en un lugar tan significativo, otros expresaron su temor a que esta acción degradara el valor del Faro como patrimonio histórico, cultural y ambiental.
La respuesta de Beneito y su bloque se inscribió en un contexto más amplio de confrontación política en el que el kirchnerismo y sus opositores parecieron estar cada vez más distanciados. La declaración del concejal resonó como un llamado a la acción para quienes creyeron que era momento de avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo que contemplara tanto el crecimiento económico como la defensa del patrimonio.
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