Más de 30 personas fueron detenidas tras más de 20 allanamientos realizados en la ciudad de Mar del Plata, acusados de integrar la banda conocida como «La Liga de los Compradores», dedicada a adulterar sistemáticamente subastas judiciales durante años mediante operaciones que superaron los cien millones de pesos y los 270 mil dólares, informaron fuentes de la investigación.
Esta organización se dedicaba a la «alteración de subastas judiciales para la obtención de beneficios económicos», y entre enero de 2013 y octubre de 2018 logró que las ofertas de sus distintos miembros se impusieran en 324 remates, sobre 510 realizados en ese período.
De acuerdo a una investigación realizada por el Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción (CATI) de la Fiscalía General marplatense y la Unidad Funcional de Instrucción 5 (UFI 5), a cargo del fiscal Alejandro Pellegrinelli, las operaciones realizadas por la banda durante esos años «ascendieron a la suma total de los $ 105.126.751 y US$ 274.100».
Durante 26 procedimientos realizados esta mañana en distintos puntos de la ciudad, por parte de la Dirección Departamental de Investigaciones y la Jefatura Departamental, fueron detenidos los cuatro presuntos líderes de esta asociación ilícita, y otras 31 personas resultaron imputadas de distintos delitos, como lavado de activos, fraude, ejercicio ilegal de la profesión, y afectación a la libertad, la integridad moral y física de terceros.
Según la Fiscalía General, «a partir de un trabajo que llevó años de análisis estadístico, de documentación, material audiovisual de subastas judiciales, relevamiento de expedientes judiciales, informes de entidades públicas y privadas y testimonios obtenidos de integrantes de los Colegios de Martilleros y de Abogados, se llegó a probar la alteración sistemática de una serie de subastas, llevada a cabo por la misma organización delictiva».
Esta presunta asociación ilícita «utilizó asidua y mecánicamente métodos ilegales o ilícitos con el fin último de hacerse en remate del total o parte de bienes inmuebles y muebles subastados a valores muy inferiores a los que una puja libre hubiera determinado, para luego hacer negocios con los mismos y sacar importantes comisiones o bien ostensibles diferencias económicas en posteriores transacciones».
Los investigadores identificaron como «el primer caso que se conoció de operación fraudulenta y metodología de La Liga» una subasta judicial realizada en 2014, «que tuvo como beneficiaria de unas cocheras» de un edificio ubicado en el macrocentro marplatense «a una mujer que ofreció un monto muy bajo en ese momento».
«Tras comprobarse una maniobra que incluyó aprietes a un oferente legítimo y hacer caer su oferta, la mujer -parte del entramado- obtuvo las mencionadas cocheras. Dicha subasta fue finalmente anulada en septiembre 2017, tras una investigación de la Fiscalía de Delitos Económicos y el posterior fallo de la Cámara Civil y Comercial que expuso la maniobra delictiva», indicó la fiscalía.
Según la investigación, a lo largo de los años esta banda operó en los remates «desalentando ilegítimamente a eventuales postores o captando posibles interesados para que compren forzadamente a través de ellos, durante la previa de la subasta, en la exhibición del inmueble a rematar o en las afueras del Colegio del Martilleros y Corredores Públicos».
Las formas de intervención podían incluir el cobro de comisiones a otros interesados para «no pujar» o a modo de «permiso», o a través del cobro de intermediaciones.
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