El entrenador de River, Leonardo Astrada, no dejó participar hoy de la práctica a Ariel Ortega, después de irse de la concentración en la previa del partido ante Lanús, mantuvo una reunión con el jujeño en el vestuario y le sugirió que haga un tratamiento para volver a ser tenido en cuenta.
Ortega llegó al estadio Monumental y con intenciones de ponerse la ropa de entrenamiento como si nada hubiera sucedido, pero Astrada, según pudo averiguar Télam, lo detuvo y comenzaron una charla en el vestuario que duró toda la práctica, mientras Ernesto Corti dirigió los movimientos de los futbolistas que no participaron en la derrota contra Lanús.
De la reunión también participaron Hernán Díaz y Javier Sodero, integrantes del cuerpo técnico, y el ‘Burrito’ también escuchó unas palabras de su amigo Matías Almeyda.
Todos los partícipes de la reunión le manifestaron su apoyo al jujeño ante el mal momento personal, aunque le sugirieron enfáticamente que mantenga una línea de conducta para no generar problemas en el vestuario, además de pedirle que retome un tratamiento para evitar los bajones anímicos.
Como ante cada recaída del ‘Burrito’ se espera en las próximas horas un contacto con el presidente del club, José María Aguilar, en un rumor que se instaló en los pasillos del Monumental.
La intención de Ortega de entrenarse fue contra lo que manifestó en las últimas horas sobre un posible retiro, sin embargo se lo vio fastidiado por la decisión del cuerpo técnico de no hacerlo moverse a la par de sus compañeros.
”No voy a hablar”, dijo Ortega camino al estacionamiento, con una mueca de sonrisa irónica después de las palabras del cuerpo técnico, que Télam averiguó, no dejaron conforme al jujeño.
”No me dejaron entrenar, no quiero hablar. Quizás más tarde”, deslizó ante la insistencia del gran número de periodistas que se hicieron presentes en Núñez.
Astrada, secundado por Hernán Díaz, salió del vestuario media hora después que Ortega, y subió a las oficinas del primer piso, donde estuvo cinco minutos y no trascendieron los motivos ni el contenido del diálogo que habría mantenido con un dirigente.
”Lo que tenía que decir ya lo dije ayer. (Ariel) Ortega, lo vieron ustedes, vino hoy”, aseguró un visiblemente molesto entrenador ‘millonario’.
Ante la insistencia, Astrada repitió las palabras del jujeño: “No voy a hablar”, y se dirigió a su vehículo con la mirada fija hacia el piso.
Los problemas personales de Ortega, que esta vez serían más familiares que por una nueva recaída en su adicción al alcohol, habrían llevado a Astrada a tomar la decisión de que el futbolista comience un tratamiento cuanto antes para volver a ser tenido en cuenta.
Cabe recordar que lo que generó un nueva interferencia entre la vida de Ortega y un cuerpo técnico fue la llegada del jujeño a la concentración del pasado viernes a las 23.30, como el resto de sus compañeros, aunque decidido a volver a su casa dando los motivos que son públicos.
”Lo intentamos convencer de todas las formas posibles pero decidió irse, fue un golpe duro para el grupo”, aseguró Astrada en la conferencia de prensa post derrota de ayer con Lanús, donde se lo vio todavía contrariado por la medida del ídolo, diferente semblante al que tuvo hoy el molesto entrenador.
Por lo pronto, es una incógnita el futuro de Ortega y su presencia en el entrenamiento de mañana en el predio de Ezeiza ante el hermetismo de las partes en el día de hoy.
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