(Por Alfredo Ves Losada).- Un posteo en una red social desde un perfil falso y una versión sin pruebas concretas son los únicos elementos que sostienen una débil línea de investigación en la causa por el crimen de Karina Fragoso, asesinada en Mar del Plata de un disparo en la cabeza, por lo que a dos años de ese homicidio que quedó registrado por cámaras de seguridad, su familia asegura que pese al «dolor y la impotencia», seguirá luchando para que el asesino vaya preso.
«Cuando llega una fecha como esta y una cae en la cuenta de que pasaron dos años ya, es doloroso porque es como revolver todo, pero a la vez seguimos necesitando saber qué fue lo que pasó y sentimos que lo que podemos hacer por Kari es pelear para que se sepa quién la mató y que esa persona esté en la cárcel», dijo a Télam María Eugenia Fragoso, una de las hermanas de la víctima.
La mujer explicó que, aunque «no hay nada en concreto» y por momentos sienten que «no se puede hacer nada», días atrás se presentaron como querellantes en la causa para tratar de impulsar algunas medidas de prueba.
«Su asesino sigue suelto, y a diferencia de lo que pasaba un año atrás, ya ni siquiera está firme la hipótesis inicial, y lo que hay respecto de otra línea de investigación es muy débil», señaló, y aseguró que de todos modos no pierden la esperanza de que surjan elementos o testimonios que aporten respuestas sobre el homicidio, ocurrido en el barrio Bernardino Rivadavia, en la zona oeste de la localidad balnearia.
El crimen de Karina Fragoso, cuidadora domiciliaria de 50 años y madre de dos hijos, se produjo en la noche del jueves 5 de septiembre de 2019, cuando caminaba hacia la casa de su pareja después de haberse bajado de un colectivo y recibió un disparo en la cabeza.
Cámaras de seguridad de viviendas cercanas registraron el ataque, en México y Garay, y también el momento en que Fragoso quedó tendida sobre la calle, mientras el homicida escapaba.
La víctima fue hallada inconsciente por un vecino, e inicialmente se creyó que tenía un golpe un la nuca, pero tras ser trasladada a un hospital finalmente murió, y la autopsia estableció que había recibido el impacto de un disparo realizado a corta distancia.
La primera hipótesis apuntó a un crimen por encargo o un homicidio vinculado con algún tipo de conflicto personal, porque la víctima tenía todas sus pertenencias, pero esa línea de investigación perdió fuerza en pocos días y la causa se orientó hacia un intento de robo.
Nueve días después del homicidio, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7, a cargo del fiscal Leandro Arévalo, dispuso la detención de una joven sospechosa, a partir de una serie de pruebas obtenidas por la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) y la Jefatura Departamental, en base a elementos aportados por testigos de identidad reservada.
La detenida, de 27 años, fue acusada de ser la autora material del hecho, y también fue imputada por «encubrimiento agravado» su pareja, de la misma edad, ya que la fiscalía consideró que había aportado «información falsa» a la causa «con el fin de desviar la investigación».
A dos años del hecho, fuentes judiciales indicaron a Télam que esa hipótesis quedó finalmente descartara, porque algunos testimonios incorporados a la causa las ubican a ambas mujeres en otro lugar al momento del crimen.
La novedad fue transmitida a la familia de la víctima meses atrás, cuando la fiscalía autorizó la entrega del cuerpo de Fragoso para su sepultura, ya que desde el momento del crimen permanecía bajo custodia en un nicho del Cementerio municipal.
«Pudimos llevarnos el cuerpo y cremarlo. Eso nos permite hacer el duelo un poco mejor, pero a su vez nos fuimos un poco desesperanzadas de esa reunión en Mar del Plata, cuando nos enteramos que se había caído la primera hipótesis, y según nos informaron, solo queda una línea de investigación vinculada a un posteo en Facebook desde un perfil falso y a una serie de rumores vinculados con una persona presa», explicó la hermana de la víctima.
Más allá del cambio de hipótesis, una fuente de la investigación explicó que, a dos años del hecho, la causa presenta las mismas dificultades que al comienzo: «No hay arma, no hay testigos directos y las imágenes captadas son borrosas e incompletas».