El aumento de la nafta y el gasoil ha sido de hasta un 10%, y esto se produce luego del vencimiento del programa Precios Justos. Además, este aumento se da en medio de la crisis por la falta de combustibles que se ha experimentado en diferentes estaciones de servicio en todo el país.
Las estaciones de servicio de distintas marcas comenzaron a actualizar sus carteles desde las primeras horas de la madrugada para reflejar los nuevos precios. Sin embargo, el Gobierno ha decidido postergar la aplicación de los impuestos a los combustibles hasta febrero de 2024, según lo establecido en un decreto publicado este miércoles.
Sergio Massa, ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, ha autorizado este aumento cercano al 10% en los valores de las naftas y el gasoil. Sin embargo, también ha confirmado la postergación de la aplicación de impuestos hasta febrero de 2024 para que las subas al público sean las adecuadas.
Este aumento en el precio de la nafta ha generado un conflicto entre las petroleras y el Gobierno, ya que se ha producido en un contexto de escasez de combustibles y dificultades en el suministro en diferentes estaciones de servicio. En medio de esta situación, Sergio Massa ha enviado un mensaje contundente a las petroleras, dejando claro que no permitirán que perjudiquen el bolsillo de los argentinos.
Tras los recientes problemas de desabastecimiento de combustible, las principales petroleras del país han incrementado los precios de la nafta y el gasoil en todo el territorio argentino. Estos aumentos oscilan entre el 7,6% y el 9,6% en promedio. La situación ha generado preocupación entre los consumidores, ya que se suma a una serie de incrementos en el costo de los combustibles a lo largo del año. Según los datos proporcionados por YPF, una de las principales empresas del sector, los nuevos precios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) son los siguientes: la nafta súper se comercializa a $272, la nafta premium a $349, el gasoil súper a $292 y el gasoil premium a $398.
El aumento acumulado en el precio de los combustibles en lo que va del año es del 72%. Esta cifra contrasta con la inflación acumulada hasta noviembre, que se sitúa en un 120%. La disparidad entre ambos índices refleja la presión que han experimentado los bolsillos de los consumidores argentinos, quienes se ven afectados por el constante incremento de los precios de productos y servicios esenciales. Cabe destacar que el gobierno había alcanzado previamente un acuerdo de precios con las petroleras, el cual permitía la importación de combustible sin impuestos y la posibilidad de diferir el pago de retenciones. Sin embargo, este acuerdo ha vencido, lo que ha llevado a un aumento en los precios de los combustibles.
Frente a las acusaciones vertidas por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien afirmó que las petroleras solicitaron aumentos del 40% o 20%, las empresas del sector han negado dichas cifras. Según las petroleras, su objetivo es normalizar el abastecimiento de combustible, aumentando los despachos desde las refinerías y los camiones encargados de la distribución. En este sentido, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) ha manifestado que la provisión de combustibles está en aumento y que se espera que la situación se regularice durante la próxima semana en los principales centros urbanos del país. No obstante, el impacto de los aumentos en los precios de los combustibles continúa generando preocupación en la población y plantea interrogantes sobre el futuro de la economía del país.
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