El deterioro del ex Instituto e iglesia Saturnino Unzué en Mar del Plata ha captado la atención tanto de los residentes como de los turistas que recorren la costa y se encuentran con su fachada en ruinas, evidenciando problemas estructurales y una acumulación de hierros oxidados. Ante esta situación, concejales de la Coalición Cívica han presentado un proyecto innovador para preservar este invaluable edificio histórico.
El pasado jueves, Guido García y Angélica González presentaron el proyecto en el Concejo Deliberante local, proponiendo que la restauración del centenario edificio sea financiada por el sector privado, «después de tantos años de utilizar recursos públicos sin obtener los resultados esperados».
Antes de buscar interesados en participar en las obras, solicitaron información al Ministerio de Capital Humano sobre el estado actual de las obras que el Gobierno Nacional estaba llevando a cabo en el edificio, que funcionó como un asilo para huérfanos. La precariedad de las instalaciones ha convertido al lugar en blanco de robos y vandalismo, generando incertidumbre sobre su futuro debido a una serie de licitaciones fallidas y la ausencia de incluirlo en los proyectos de obras públicas prioritarios del Gobierno.
El proyecto presentado por el bloque local de la Coalición Cívica incluye, entre otros puntos, un pedido de informe sobre el estado edilicio e infraestructura del Unzué y si se planea continuar con las obras de restauración o puesta en valor. Expertos advierten que el edificio ha sufrido graves daños debido a su cercanía al mar, especialmente en sus cimientos, lo que podría comprometer su integridad a corto plazo.
Considerando la decisión del gobierno nacional de limitar la inversión en obras públicas, los concejales de la Coalición Cívica explicaron que «dado que el presidente Milei ha decidido no continuar invirtiendo en obras públicas, esta es una buena oportunidad para que el gobierno informe si tiene previsto abrir la posibilidad de iniciativas privadas para poner en valor y darle un nuevo uso al Unzué. Esto, sin duda, ayudaría a detener el deterioro del edificio y continuar con el proceso de recuperación de este espacio tan emblemático en nuestra ciudad, generando nuevos empleos con nuevas ideas e inversiones».
El proyecto también solicita un informe detallado sobre las licitaciones o contrataciones realizadas para la restauración del Unzué desde 2006 hasta la actualidad, incluyendo los trabajos realizados, las empresas adjudicatarias, el presupuesto previsto en cada etapa, las tareas presupuestadas, finalizadas y/o ejecutadas, y los montos desembolsados en cada caso.
Los concejales argumentaron que «nos enfrentamos a un problema de larga data, ya que el Unzué sigue abandonado, especialmente en su fachada que da a la costa y en las alas que se encuentran en las calles Santa Cruz y 20 de Septiembre, con un posible riesgo de derrumbe, como ya ha alertado el Colegio de Arquitectos. Nos sorprende que desde 2006 se hayan licitado las obras de restauración y, después de 18 años, solo se haya puesto en funcionamiento y acondicionado el 30% del edificio».
El asilo Unzué tiene una rica historia. Fue construido en 1910 por las hermanas Concepción Unzué de Casares y María de los Remedios Unzué de Alvear, en memoria de su padre Saturnino Unzué. A lo largo de los años, ha sufrido modificaciones y ampliaciones. En 1989, el Oratorio fue declarado Monumento Histórico Nacional, y en 1990 fue declarado de Interés Turístico y Monumento Histórico Provincial. En 1997, todo el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.
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