
La ciudad de Mar del Plata se encuentra sumida en un profundo conflicto laboral entre el Ejecutivo comunal que lidera Guillermo Montenegro y el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM). Luego de semanas de infructuosas negociaciones paritarias, el intendente decretó finalmente un aumento salarial del 10% para los empleados municipales, muy por debajo de la pretensión gremial que rondaba el 35%.
Desde el Ejecutivo justificaron la decisión aduciendo que el incremento está «acorde a las posibilidades económico-financieras» del municipio. Sin embargo, esta determinación desató la furia del gremio de trabajadores que acusó al jefe comunal de «faltar a la palabra» tras supuestamente haber ofrecido un 30% de recomposición salarial que luego retiró intempestivamente.
En un duro comunicado, el comité directivo del STM expresó que «la paciencia se acabó, tras una semana plagada de mentiras, el lunes comienza un plan de lucha a matar o morir». Aseguraron que Montenegro no le faltó sólo a la conducción gremial sino «a todos los trabajadores municipales».
¡Compañeros y compañeras!
El 14 de mayo el Intendente nos prometió una recomposición salarial del 30% y reabrir la paritaria en junio. ¡Lo aceptamos! Solo restaba ajustar las fechas de pago.
Luego, comenzó a dilatar las reuniones, dejando todo en foja cero. pic.twitter.com/fJ4glviivF
— STMMGP (@MdpStm) May 17, 2024
El origen del crudo enfrentamiento se remonta a principios de abril cuando los empleados comunales realizaron un paro de 48 horas en reclamo de la reapertura de la negociación salarial. Como respuesta, el intendente dispuso descontarles los días no trabajados.
Pero no quedó allí. En las semanas siguientes, el jefe comunal impulsó un decreto para eliminar el premio por presentismo a quienes realicen huelgas y un polémico proyecto de ordenanza para declarar «servicio esencial» a los trabajadores municipales, lo que les impediría hacer paro.
El gremio de Gilardi denunció «medidas persecutorias» ante el Ministerio de Trabajo bonaerense que intentó mediar sin éxito en el reclamo salarial, ya que las partes mantuvieron posiciones inamovibles: el municipio ofreció 10% y el sindicato exigió 35%.
La puja también se judicializó, con presentaciones cruzadas del gremio y la comuna respecto a los descuentos por días de paro y la eventual pérdida del premio presentismo. Causas que deberá definir la Suprema Corte bonaerense.
El último capítulo de la cruda pulseada se dio en las últimas horas cuando, en la misma jornada que decretó el aumento salarial del 10%, Montenegro impugnó ante el Ministerio de Trabajo el convenio colectivo de trabajo firmado por la gestión municipal anterior.
El Sindicato de Municipales declaró un plan de lucha a matar o morir.
Sí, tal cual ustedes leen, matar o morir, en el contexto de una negociación paritaria.
Desde el bloque Vamos Juntos repudiamos el apriete, la extorsión y la violencia. pic.twitter.com/3tW10Xm5Mx— Agustin Neme (@agustin_neme) May 17, 2024
Con posiciones encontradas, el duro enfrentamiento entre el Ejecutivo marplatense y el musculoso gremio municipal no parece tener una salida cercana, augurandose un potencial recrudecimiento del conflicto con el anunciado «plan de lucha a matar o morir» de los trabajadores comunales.
No entendieron que el miedo al apriete ya fue. pic.twitter.com/TyzCQnDVgK
— Alejandro Rabinovich (@arabinovich_ok) May 17, 2024
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