Marino marplatense antártico!

Suboficial Primero Aeronáutico Claudio Daniel Díaz de Mar del Plata, Buenos Aires

«Volar en la Antártida es una experiencia indescriptible»

Claudio Díaz decidió ingresar a la Armada Argentina con tan sólo 16 años. Hoy, por segunda vez en su carrera profesional, se encuentra realizando una Campaña Antártica de Verano (CAV).

A bordo del rompehielos ARA «Almirante Irízar» se encuentra el Suboficial Primero Aeronáutico Claudio Díaz quien, en 1997 y con 16 años de edad, decidió dejar su ciudad natal para ingresar a la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina.

Después de 3 años de estudio alejado de su familia, egresó con la jerarquía de Cabo Segundo Perito Auxiliar Aeronáutico de la Escuela de Aviación Naval asentada en la Fuerza Aeronaval N°1 en Punta Indio, Buenos Aires.

«Siendo chico, un amigo de mi padre quien era submarinista, me llevó a recorrer la Base Naval Mar del Plata, y desde ese momento supe que mi destino estaba en la Armada. También solía ir a los Open Day que se hacían en la base, me gustaba ver y recorrer los barcos que estaban amarrados a la dársena», recuerda Claudio.

Con la jerarquía de Cabo Segundo en el año 2000 conoció a quien sería su futura esposa, Verónica, y juntos con el tiempo se convirtieron en padres de cuatro hijas: Sofía, Loana, Lara y Aldana.

Con respecto a su familia expresó: «Cada vez que un marino se va de su casa para cumplir con una misión, es inevitable no extrañar a su familia. Por suerte, en la Armada me hice de grandes amigos, en ellos uno se apoya cuando está lejos de casa. Para mucho de nosotros la Armada representa un segundo hogar».

La carrera militar lo llevó a diferentes destinos de la Aviación Naval. De 1999 al 2008 estuvo destinado en la Tercera Escuadrilla Aeronaval con asiento en la Base Aeronaval Comandante Espora, allí se desempeñó como mecánico de mantenimiento de helicópteros Bell UH-1H, hasta llegar a ser mecánico de vuelo de pruebas.

«Por aquellos años participábamos en operaciones con la Infantería de Marina y unidades de superficie de la Flota de Mar. También realizamos apoyo a la comunidad de la ciudad de Carhué, cuando en el 2001 sufrió una inundación importante. Fue muy gratificante recibir el reconocimiento por parte de los habitantes por la ayuda brindada; uno se siente muy valorado como profesional», expresó el marplatense.

Siendo Cabo Principal, en el 2010 realizó el curso aplicativo en la Escuela de Suboficiales de Armada, habilitándolo a ascender a la jerarquía de Suboficial Segundo. Actualmente, con 39 años, es Suboficial Primero y está destinado en la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, desempeñándose como mecánico de vuelo y sub encargado de mantenimiento de las aeronaves.

«Durante el vuelo tengo la tarea de asistir al piloto en cuestiones mecánicas, instrumental y visual externas al helicóptero. Y en tierra, me encargo de las tareas de mantenimiento fijadas por el plan de mantenimiento de los helicópteros», explicó el Suboficial Díaz.

Para complementar su formación aeronáutica, realizó en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) un curso de «Ensayos no destructivos de corrientes inducidas» que en la práctica se utiliza para determinar fisuras internas en materiales no ferrosos, aplicables sobre los helicópteros Sea King UH-3H.

«Recibir capacitación es fundamental para desarrollarse en esta especialidad, también es importante transmitir conocimientos propios a las generaciones venideras. Por eso desde la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros dictamos clases de señalero y calcero para el personal que cubre puesto en cubierta de vuelo (quienes guían la aeronave y aseguran con calzo o trinque el asiento de la aeronave); y un curso de heliguía al personal de Infantería de Marina (guías y maniobras varias en operaciones en tierra y, en especial, con carga externa)», comentó el Suboficial Díaz.

Comisiones antárticas

El rompehielos se encuentra en el Puerto de Buenos Aires, luego de finalizar con la primera etapa de la Campaña Antártica de Verano 2019/2020 que se realiza hasta marzo del año entrante. Se estima zarpará los al continente blanco los primeros días de enero para continuar con la campaña.

El 15 de diciembre pasado cumplió el 41° aniversario de afirmación de pabellón bajo el nombre del Almirante Julián Irízar, homenaje a quien –en 1903, al mando de la corbeta ARA «Uruguay»– rescató de la Antártida a la expedición científica sueca del doctor Otto Nordenskjöld y a los náufragos del bergantín «Antartic». Esta hazaña, junto a la creación en 1904 de la Estación Científica Orcadas, marcó hace 116 años el inicio de la actividad argentina en el continente blanco.

La primera experiencia antártica del Suboficial Primero Claudio Daniel Díaz fue en la anterior CAV 2018/2019, integrando el Grupo Aeronaval Embarcado también a bordo del «Irízar». «Volar en la Antártida es una experiencia indescriptible, quizás uno de los momentos más esperados en toda mi carrera», afirma.

«Entendiendo que la Antártida ofrece condiciones meteorológicas hostiles, nos adiestramos mucho antes de cada Campaña Antártica. Pilotos, mecánicos y ayudantes de mecánicos volamos a la ciudad de Bariloche, allí se practican aterrizajes sobre nieve y hielo, y realizamos supervivencia en ambientes fríos», explicó el suboficial.

Una vez más, fue seleccionado para realizar esta campaña y al respecto expresó: «Cuando uno recibe una noticia así, se siente muy orgulloso, porque detrás de esa designación hay muchas personas que creen en mi trabajo y esfuerzo diario».

Fuente Gaceta Marinera

Publicado por Marcelo Pérez Peláez

prensa@noticiasmdq.com

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