Descubrí la conmovedora vida de la poetisa argentina y cómo su partida inspiró la emblemática canción «Alfonsina y el Mar»
La bella ciudad costera de Mar del Plata fue testigo de un trágico destino que envolvió a una de las más grandes poetisas de Argentina: Alfonsina Storni. El 25 de octubre de 1938, esta talentosa autora de 46 años tomó la decisión de poner fin a su vida arrojándose desde la escollera del Club Argentino de Mujeres, sumergiéndose en las aguas embravecidas del mar.
Su partida no fue repentina. Días antes, Alfonsina había llegado a «La Feliz» desde Buenos Aires para pasar sus últimos momentos en la ciudad que tanto amaba. Consciente de que su vida llegaba a su fin debido a un cáncer terminal, puso en orden todos sus asuntos y se despidió de su único hijo, Alejandro.
Después de registrarse en su hotel habitual, dedicó sus últimos días a escribir incansablemente, culminando sus obras y enviando sus últimas cartas. Entre ellas, un devastador poema final que fue enviado al diario La Nación, y que solo pudo ser publicado al día siguiente bajo el título «Voy a dormir».
Voy a dormir
Alfonsina Storni
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides… Gracias… Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.
La noticia de su muerte conmovió a todo el país. Sus restos fueron velados en su amada Mar del Plata antes de ser trasladados a Buenos Aires. Pero Alfonsina ya había alcanzado la inmortalidad gracias a su extraordinaria pluma, la cual abrió el camino para las futuras poetas argentinas.
Treinta años después, el talentoso compositor Ariel Ramírez y el escritor Félix Luna le rindieron un imperecedero homenaje musical a través de la zamba «Alfonsina y el Mar». Con la inigualable voz de Mercedes Sosa, lograron crear una de las canciones más queridas del cancionero popular argentino. Años después muchos grandes artistas han reversionado esta joya musical.
Ramírez, hijo de un profesor que guió los primeros pasos literarios de la joven Alfonsina, supo musicalizar con extrema sensibilidad el doloroso episodio. Luna, por su parte, reconstruyó poéticamente los últimos momentos de la poetisa, regalándonos una hermosa licencia artística que nos presenta la imagen visual de Alfonsina caminando hacia las olas en una comunión espiritual con el mar.
fotografía del monumento dedicado a Alfonsina storni en Mar del Plata, Argentina. pic.twitter.com/bev87LiXpc
— antonio (@vesubio79dc) October 26, 2022
Así, la dolorosa partida de una de las máximas exponentes de la literatura argentina se transformó, gracias al talento de estos artistas, en una pieza musical que evoca la grandeza de Storni y nos transporta a un lugar de ensueño y nostalgia cada vez que resuena. Alfonsina, vestida de mar, continúa dejando una huella imborrable en el alma colectiva de los argentinos.
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