
Mar del Plata se convirtió en el epicentro de un acontecimiento deportivo sin precedentes que despertó la admiración y el entusiasmo de miles de personas alrededor del mundo. El Mundial de Maxibásquet, un torneo que reunió a jugadores de baloncesto de entre +30 y +80 años, concluyó con un rotundo éxito, dejando una huella imborrable en la historia deportiva de la ciudad y en los corazones de todos los que presenciaron este espectáculo único.
4 de septiembre de 2023. Durante nueve intensos días, Mar del Plata fue testigo de más de 700 partidos repletos de emoción y talento, que mantuvieron a los aficionados al borde de sus asientos. El público tuvo el privilegio de presenciar la participación de destacadas figuras, entre ellas el emblemático Walter Herrmann, integrante de la legendaria Generación Dorada del baloncesto argentino. Herrmann, enfundado en la camiseta de España, protagonizó uno de los encuentros más emocionantes del campeonato en la final de la categoría +35, donde se impuso ante Argentina en un enfrentamiento que congregó a más de 3.000 espectadores en el Estadio Polideportivo.
Pero no solo las estrellas brillaron en el Mundial de Maxibásquet. La respuesta entusiasta de los marplatenses, que se acercaron masivamente a los distintos escenarios donde se disputaron los partidos, fue el combustible que avivó el fuego de los participantes. Más de 4.500 personas se sumaron a esta fiesta deportiva y turística, contagiando su entusiasmo y alegría a cada rincón de la ciudad costera.
El intercambio de culturas fue un ingrediente constante en este multitudinario encuentro. Uno de los momentos más emotivos ocurrió cuando el equipo inglés visitó el gimnasio del Centro de Excombatientes de Malvinas. Allí, los representantes británicos recorrieron el museo del lugar y entablaron conversaciones con los veteranos de guerra, quienes los recibieron con los brazos abiertos para compartir un momento muy especial y significativo.
Pero el Mundial de Maxibásquet no solo fue un evento para los jugadores. Los amantes de este deporte también tuvieron sus momentos de felicidad. El icónico «Tato» Rodríguez, ídolo de Peñarol, regresó a las canchas y se dio el gusto de jugar en el máximo escenario de la ciudad con la selección argentina +40. Además, se vivieron momentos de nostalgia con la vuelta al Polideportivo de Héctor «Chueco» Haile, exbase de Peñarol, quien se emocionó hasta las lágrimas al tener la oportunidad de jugar nuevamente en Mar del Plata. El torneo también rindió homenaje a figuras destacadas del baloncesto argentino, como Carlos «Chocolate» Raffaelli y Adolfo «Gurí» Perazzo.
Pero lo más inspirador fue la presencia de los jugadores y jugadoras de +70 y +80 años, quienes demostraron una vez más su pasión y espíritu deportivo en cada partido. Su determinación y ganas de vivir compitiendo dentro de la cancha conmovieron a todos los presentes, dejando claro que el amor por el baloncesto no tiene límites ni fecha de vencimiento.
La excelente organización a cargo de la Federación Femenina de Maxibásquetbol de Argentina (FFEMAR), liderada por Susana Treidel, junto a Viviana Busso y Ana Massagli, y la experiencia probada de Eventos Mar del Plata, encabezado por Alejandro Mangone, Fernando Pérez y Darío Arcidiácono, fueron fundamentales para el éxito de este evento. El Mundial de Maxibásquet no solo revitalizó el movimiento turístico de la ciudad en temporada baja, sino que también dejó un impacto muy positivo en la comunidad local y en el ambiente del baloncesto en Argentina.
Sonrisas, camaradería y diversión fueron los ingredientes principales de esta comunión única entre visitantes y residentes, quienes compartieron una pasión en común: el básquet. Tal como afirmóRubén Rodríguez Lamas, presidente de la Federación Internacional de Maxibásquet, «el mundo FIMBA es el movimiento deportivo más feliz del planeta», y el Mundial de Maxibásquet en Mar del Plata 2023 fue la prueba irrefutable de esta afirmación.
En resumen, el Mundial de Maxibásquet en Mar del Plata fue mucho más que un simple torneo deportivo. Fue un evento que trascendió las barreras del deporte y se convirtió en un símbolo de inspiración, amistad y superación. Los jugadores, provenientes de diferentes países y generaciones, demostraron que el amor por el baloncesto no tiene edad ni fronteras. Mar del Plata se vistió de gala para recibir a estos apasionados deportistas, y la ciudad quedó marcada para siempre en la historia del maxibásquet.
La emoción de los partidos, la camaradería entre los jugadores, el intercambio cultural y los momentos de nostalgia y reconocimiento a las figuras del baloncesto argentino fueron solo algunas de las experiencias que convirtieron al Mundial de Maxibásquet en un evento inolvidable. Mar del Plata se llenó de vida, color y alegría, y los miles de espectadores que presenciaron los partidos disfrutaron de una comunión única con el deporte.
El Mundial de Maxibásquet en Mar del Plata dejó un legado imborrable. Revitalizó el turismo en la ciudad en temporada baja, puso en valor espacios deportivos emblemáticos y dejó una huella profunda en la comunidad local y en el ambiente del baloncesto argentino. Fue un hito histórico que demostró una vez más que el deporte tiene el poder de unir a las personas y trascender todas las barreras.
Sin duda, el Mundial de Maxibásquet en Mar del Plata fue un espectáculo que nadie quiso perderse. Una experiencia que despertó emociones, inspiró a jóvenes y adultos por igual y dejó en claro que, cuando se trata de deporte, la edad es solo un número.
NMDQ – Foto: Gastón Piccioni