Un hombre acusado de matar de un tiro a un policía que intervenía en una persecución tras desactivar una fiesta clandestina en Mar del Plata aseguró que se estaba durmiendo cuando escuchó ruidos y disparos dentro de su casa y que gatilló a oscuras con su arma al advertir dos siluetas dentro de su habitación, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Héctor Amilcar Morán (69), quien hoy quedó imputado por el homicidio del oficial Diego Rosales (30) y dio una versión exculpatoria al ser indagado por el fiscal del caso.
Por otra parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, participó en el velatorio del policía asesinado y pidió que se actúe con «rigor y celeridad» en la causa por el crimen.
Morán fue trasladado por la mañana a los tribunales marplatenses desde la Alcaidía Penitenciaria de Batán, y declaró durante casi una hora y media ante el titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 (UFI 5), Alejandro Pellegrinelli.
Asistido por el abogado particular Martín Bernat, el hombre realizó además una recreación, que fue filmada, de la presunta secuencia que terminó con la muerte del efectivo en la madrugada del último domingo.
Fuentes judiciales indicaron que, en su indagatoria, Morán aseguró que estaba durmiendo cuando escuchó que un grupo de personas ingresaban cerca de las 4 a su vivienda, ubicada sobre la calle Pesquero Quovadis al 3700, en la zona sur de la ciudad.
Según su versión, el hombre creyó que estaban robando en el inmueble, que oyó además algunas detonaciones, y vio que dos personas ingresaron a su habitación «sin identificarse como policías», y una de ellas efectuó un disparo al piso.
El imputado explicó que en ese momento tomó un arma que había comprado dos años atrás tras sufrir hechos de inseguridad y que respondió «con un solo disparo».
En ese sentido, dijo que tras disparar escuchó que al menos uno de los efectivos se identificaban, por lo que dejó el arma y se entregó.
El hombre denunció además que tras su aprehensión por el homicidio de Rosales fue golpeado por efectivos policiales y que recibió amenazas.
Declaró además que no participó en ninguna reunión con los jóvenes que ingresaron a su domicilio para escapar de la Policía, y que había cenado solo y se encontraba durmiendo tras haber trabajado hasta la tarde en un planta pesquera.
En diálogo con Telefé Mar del Plata, el fiscal precisó que Morán «introduce a través de su versión una versión exculpatoria», y que señaló que «escucha muchos ruidos de golpes» mientras dormía.
«Lo definió como una suerte de torbellino que se mete a su casa, todo a oscuras», aseguró Pellegrinelli, y agregó que el hombre declaró que «en la puerta de su dormitorio ve la silueta de dos personas que no alcanza a definir y que no se identifican en el momento como funcionarios policiales».
El fiscal aseguró que Morán describió su reacción como «un mecanismo defensivo», y que el disparo «impacta en la humanidad Rosales», y que arrojó el arma «automáticamente cuando escucha que le vuelven a decir ´Policía´».
«Coincide en alguna medida con lo que uno vio en la secuencia y lo que podía surgir del lugar», señaló el titular de la UFI 5, y explicó que la fiscalía tiene 15 días prorrogables a otros 15 para «hacer una evaluación» de la prueba científica y de la versión del imputado y arribar «a una conclusión».
Explicó en ese sentido que se realizará una nueva inspección en la vivienda en la que fue asesinado Rosales cuando ingresó en persecución de cerca de 20 jóvenes, que habían participado presuntamente en una fiesta clandestina a dos cuadras, según denunciaron vecinos de la zona.
El fiscal pidió que la aprehensión de Morán fuera convertida en detención, lo que deberá ser resuelto por el titular del Juzgado de Garantías 5, Gabriel Bombini.
Tras su declaración, el hombre fue trasladado nuevamente a la Unidad Penal 44 de Batán, imputado por el delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego», el cual prevé en un futuro juicio la pena de hasta 25 años de prisión.
Por otra parte, al participar durante la mañana en el velatorio del policía asesinado, Berni pidió que la Justicia actúe con «rigor y celeridad» en la causa por el crimen.
Consideró además que existió un «nexo de causalidad» entre el homicidio y la fiesta clandestina por la que la víctima había asistido a la zona junto a otro efectivo de la Comisaría 5ta, y exigió que tanto la justicia ordinaria como la federal -que interviene por la violaciones de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus- trabajen para esclarecer lo ocurrido.
El ministro señaló además que el imputado por el crimen tiene múltiples antecedentes, entre ellos, por privación ilegitima de la libertad», y que «es una persona que tenía en su poder un arma que no tenía registrada y que estaba además en una situación en la que la justicia tiene mucho que investigar».
En ese sentido, el fiscal indicó que aguardaba precisiones respecto de posibles antecedentes, por parte de la Oficina Técnica de Identificación de Personas y del Registro Nacional de Reincidencia.