
Mar del Plata se encuentra sumida en una grave crisis de escasez de combustible que ha empeorado significativamente en los últimos días. La falta de nafta súper y gasoil común ha llevado a la mayoría de las estaciones de servicio a comercializar únicamente combustibles premium, los cuales son más costosos y están sujetos a cupos de venta, con límites que oscilan entre 2.000 y 8.000 pesos por persona.
La situación ha alcanzado niveles críticos, generando el cierre temporal de algunas estaciones de servicio en la ciudad. Los carteles que advierten sobre los surtidores cerrados se han vuelto una imagen recurrente en los últimos días. Aquellas estaciones que aún pueden proveer combustible experimentan largas filas de vehículos, lo que resulta en demoras de más de una hora. Los conductores, desesperados por cargar combustible, se ven obligados a recorrer varias estaciones en busca de cualquier cantidad disponible.
Inicialmente, la escasez afectó a las estaciones de servicio de la red YPF, pero esta semana se ha extendido con fuerza a las estaciones de Shell, Axion y Puma. Los trabajadores de estas estaciones señalan que no hay certezas sobre cuándo se resolverá el problema. Algunos especulan que la situación podría normalizarse una vez que expire el congelamiento de precios impuesto por el Gobierno nacional tras las elecciones primarias.
La Cámara de Expendedores de Combustibles local ha confirmado que varias estaciones se han visto obligadas a cerrar debido a la falta total de combustible para la venta, tanto nafta como gasoil. Ejemplos recientes incluyen el cierre de una estación de YPF en Batán y otra en la intersección de las calles Luro y 228, así como la estación ubicada en Luro y Champagnat.
Según un informe del Diario La Capital de Mar del Plata en la estación de YPF en la intersección de las calles Colón y Olavarría, solo se vendía nafta Infinia con un límite de apenas 2000 pesos por persona, lo que equivale a aproximadamente cinco litros de combustible. En la estación de Shell en la intersección de las calles Colón y Teodoro Bronzini, la misma situación se aplicaba a la nafta de mayor octanaje, mientras que los combustibles más económicos simplemente no estaban disponibles.
En la zona del Puerto, la estación de servicio Axion no tenía combustible, y en la estación de Shell ubicada en la avenida De Los Trabajadores y Juan Díaz de Solís, se formó una extensa fila de vehículos que solo pudieron cargar los combustibles más caros, tanto nafta como gasoil.
Esta crisis se atribuye a la proximidad del fin de mes, momento en el cual los cupos asignados a las estaciones de servicio para la venta de combustible se agotan. Además, se ha señalado que dos refinerías importantes en Argentina, Trafigura en Bahía Blanca (propietaria de la marca Puma) y la refinería de YPF en La Plata, han detenido su actividad debido a trabajos programados de expansión y mejoras.
Patricio Delfino, miembro de la Cámara de Expendedores de Combustibles, explicó que la paralización de la producción en estas refinerías ha llevado a la necesidad de recurrir a las importaciones, pero los retrasos en el abastecimiento son evidentes. Cuatro barcos están detenidos frente a los puertos de Buenos Aires y del Paraná, a la espera de la autorización de pago en dólares para descargar los combustibles.
El suministro de combustible está altamente obstaculizado, ya que las terminales de despacho de las petroleras carecen de productos. La solución a esta compleja situación llevará tiempo una vez que se desbloquee el proceso de importación y pago en dólares.
A corto plazo, las perspectivas de abastecimiento no son optimistas, especialmente en octubre, cuando la demanda de combustible aumenta debido a la mayor actividad agrícola. Esta crisis ha tenido un impacto negativo en el sector agrícola, particularmente en los productores frutihortícolas de General Pueyrredon, quienes se encuentran en una situación crítica que les impide sembrar y poneen riesgo la producción y el abastecimiento de alimentos.
Ante esta situación, los conductores y usuarios de vehículos en Mar del Plata se ven afectados por la falta de combustible, enfrentando dificultades para movilizarse y realizar sus actividades diarias. Además, los altos precios de los combustibles premium limitan aún más la capacidad de carga de los automovilistas, lo que impacta en su economía personal.
Las autoridades locales y nacionales deben tomar medidas urgentes para resolver esta crisis, garantizando el abastecimiento adecuado de combustible en la ciudad. Es necesario establecer un plan de acción que contemple el restablecimiento de la producción en las refinerías afectadas, agilizar los procesos de importación y pago en dólares, y asegurar la distribución equitativa de combustible en todas las estaciones de servicio.
Asimismo, se requiere una mayor transparencia en la comunicación de información sobre la disponibilidad de combustible y los plazos estimados para la normalización de la situación. Esto ayudará a los conductores a planificar sus actividades y evitar desplazamientos innecesarios en busca de combustible.
La crisis del combustible en Mar del Plata es un llamado de atención sobre la importancia de fortalecer la infraestructura y la capacidad de producción y distribución de combustibles en el país. Es necesario implementar políticas que fomenten la inversión en el sector energético y promuevan la diversificación de fuentes de energía, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.
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