La Prefectura Naval Argentina, a través de su Dirección de Tráfico Marítimo, Fluvial y Lacustre, realiza el monitoreo permanente de los espacios marítimos argentinos mediante tecnología propia aplicada y de patrullajes aéreos y de los guardacostas. En la actualidad, el guardacostas GC-28 “Prefecto Derbes” controla el límite de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA), para prevenir la incursión de buques extranjeros que intentan pescar sin autorización.
El GC-28 se encuentra controlando la actividad de la flota pesquera extranjera que llega en esta época para operar en el área adyacente a la Zona Económica Exclusiva Argentina (comúnmente conocida como “Milla 201”) buscando pescar especies de gran valor comercial, como es el calamar illex argentinus.
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Esta flota, que mayoritariamente opera anualmente entre julio y diciembre en el Océano Pacífico (frente a las costas de Perú y Ecuador) es monitoreada tecnológicamente por la Autoridad Marítima nacional cuando comienza a navegar hacia el Océano Atlántico, lo que permite planificar adecuadamente el despliegue de los medios para su control desde su ingreso al mar territorial.
La presencia física de aeronaves y guardacostas de la Prefectura en aguas argentinas se complementa con intensas tareas de monitoreo, control y vigilancia a cargo de personal especialmente capacitado en el uso de herramientas informáticas desarrolladas para tal fin, entre las que se destaca el Sistema Guardacostas, una moderna plataforma informática desarrollada por profesionales de la Fuerza que permite, a través de satélites, monitorear e identificar en tiempo real las actividades de los buques que navegan en todo el mundo.
Integrando distintas bases de datos y capas de información para un análisis detallado de la actividad dentro de los espacios marítimos, el Sistema Guardacostas permite, también, el procesamiento de imágenes satelitales recibidas de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) para detectar aquellos buques que apagan intencionalmente sus sistemas de identificación automática (AIS) para evitar ser hallados.
Dentro de la ZEEA los únicos buques pesqueros autorizados a pescar son los de bandera nacional que cuentan con el permiso correspondiente, por lo que los buques extranjeros tienen prohibido pescar en nuestras aguas.
Cabe destacar que, en base a la “Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar” –CONVEMAR- ratificada por nuestro país, más allá del límite de nuestra ZEEA los buques pesqueros extranjeros pueden pescar libremente en la columna de agua.
En este marco y bajo el paraguas del Convenio Interministerial firmado entre los Ministerios de Defensa y de Seguridad de la Nación, la Prefectura y la Armada Argentina aúnan y coordinan esfuerzos para patrullar alternadamente el límite de la milla 200 para evitar que la flota pesquera extranjera ingrese a pescar dentro de nuestras aguas jurisdiccionales.
Como resultado de este seguimiento constante de la flota pesquera extranjera, ante el advenimiento de la zafra del calamar illex, especie que desde diciembre a marzo pasa por el talud y la plataforma continental argentina como parte de su ruta migratoria natural, la Prefectura registra hasta el presente 186 buques extranjeros en la zona adyacente a la ZEEA y 104 pesqueros que actualmente se encuentran en navegación hacia este punto, estimando que en marzo de 2023 existirá una flota extranjera conformada por alrededor de 500 buques pesqueros, más los que prestan el apoyo logístico.
Pero la Prefectura, cumpliendo su rol de Policía Auxiliar Pesquera, redobla sus esfuerzos no solo para el monitoreo y control del límite exterior de la ZEEA en la temporada alta de zafra del calamar, sino también para monitorear, controlar e inspeccionar durante todo el año a la flota pesquera nacional, a fin de que nuestros buques no pesquen en las zonas de veda impuestas por la Autoridad Nacional Pesquera y, paralelamente, verificar que en navegación los buques siguen cumpliendo con las condiciones técnicas de seguridad y posean la tripulación con las que fueron despachados desde los diversos puertos argentinos.
De esta forma, mediante todos los recursos humanos y logísticos disponibles, la Institución protege el recurso ictícola en nuestros espacios marítimos, evitando la extinción de las especies, preservando el medio ambiente, permitiendo que más de 120 mil personas en forma directa o indirecta sustenten su actividad laboral en la pesca y que anualmente nuestro país tenga exportaciones pesqueras por más de 1.700 millones dólares.