En el corazón de la ciudad, frente al mar que la hizo famosa, se alza el imponente Instituto Unzué (calle Rio Negro 93). Este edificio, testigo silencioso de más de un siglo de historia argentina, podría estar a punto de experimentar una transformación radical que promete revitalizar no solo su estructura, sino también la economía local.
Fuentes cercanas al Ministerio de Capital Humano revelaron al medio marplatense «La Capital» que el gobierno nacional está considerando una audaz propuesta: convertir el histórico instituto en un polo audiovisual de vanguardia. Este proyecto, que aún se encuentra en fase de evaluación, incluiría la instalación de sets de filmación, espacios para producciones de streaming y hasta un área gastronómica con restaurantes y cervecerías. En tal sentido ya ha habido una reunión con representantes de la comuna para avanzar en el proyecto.
Actualmente, el Unzué alberga un Centro de Referencia (CDR) que emplea a cerca de 25 personas. Sin embargo, este centro forma parte de los 59 CDR que el gobierno anunció que cerraría en marzo, calificándolos como «cajas de la política».
La transición no estará exenta de desafíos. Los trabajadores actuales del instituto ya han manifestado su preocupación a través de protestas, defendiendo sus puestos de trabajo y las políticas públicas que allí se desarrollan.
La inspiración para este ambicioso proyecto proviene de Rosario, donde un polo audiovisual similar ha demostrado ser un catalizador para la industria creativa local. Los defensores de la iniciativa argumentan que podría generar empleo, impulsar la producción de contenidos culturales y hasta fomentar las exportaciones en el sector del entretenimiento.
El Polo Audiovisual Rosario es un ecosistema en constante evolución que ha posicionado a la ciudad como un referente en la producción audiovisual a nivel nacional e internacional. Este polo concentra una gran cantidad de empresas productoras, estudios de grabación, casas de postproducción, escuelas de cine y televisión, y una comunidad creativa altamente activa, lo que le ha permitido desarrollar una amplia gama de producciones, desde largometrajes y series hasta documentales, publicidad y contenido digital.
Rosario cuenta con diversos elementos que hacen especial a su Polo Audiovisual, como el talento local de profesionales altamente capacitados, una infraestructura de estudios de grabación, salas de edición y espacios de coworking, así como incentivos gubernamentales y una agenda de eventos y festivales que visibilizan el trabajo de los realizadores. Esto ha generado beneficios para la ciudad, como el desarrollo económico, el posicionamiento de Rosario como destino atractivo para la producción audiovisual, el enriquecimiento de la oferta cultural y la proyección de la imagen de la ciudad a nivel internacional.
Aunque la idea cuenta con el respaldo del gobierno nacional, su implementación no está garantizada. El proyecto deberá pasar por el filtro del Concejo Deliberante de Mar del Plata, donde se espera un intenso debate sobre el futuro de este edificio.
El Instituto Saturnino Unzué es una institución emblemática de Mar del Plata, cuya historia se remonta a principios del siglo XX. Este edificio, declarado Monumento Histórico Nacional en 1997, ha sido testigo de diversas transformaciones sociales y arquitectónicas a lo largo de los años. Fue construido por las hermanas Concepción Unzué de Casares y María de los Remedios Unzué de Alvear, en homenaje a su padre, Saturnino Unzué, y posteriormente donado al Estado Nacional en 1911 para ser utilizado como un asilo para niñas huérfanas. Diseñado en estilo neobizantino por el arquitecto francés Louis Faure-Dujarric, el Instituto Unzué se ha convertido en un símbolo de la historia de Mar del Plata y un referente en materia de patrimonio arquitectónico.
Más allá de su rica historia oficial, el Instituto Unzué también ha sido objeto de numerosas leyendas y mitos urbanos. Muchos marplatenses lo asocian con historias de fantasmas y sucesos paranormales, lo que ha contribuido a crear un aura de misterio en torno a este emblemático lugar.
Defensores del proyecto argumentan que solo una inversión privada millonaria podría salvar al edificio de su creciente deterioro. «Los últimos gobiernos se cansaron de prometer obras que jamás se concretaron», señaló la fuente del ministerio al medio marplatense.
Mientras tanto, la ciudad observa expectante. ¿Será este el comienzo de una nueva era para el Instituto Unzué? ¿Podrá Mar del Plata convertirse en un nuevo polo de la industria audiovisual argentina? Solo el tiempo -y Estado Nacional junto al Concejo Deliberante- lo dirán.
NMDQ