En un nuevo incidente delictivo que ha generado conmoción en la comunidad de Juan B. Justo, un kiosco fue objeto de un violento robo a mano armada. Dos mujeres que se encontraban trabajando detrás del mostrador fueron víctimas de un delincuente armado que irrumpió en el establecimiento.
El hecho tuvo lugar durante la tarde del miércoles en un polirrubro ubicado en la intersección de Juncal y Juan B. Justo. Según relatos de testigos presenciales, el asaltante exhibió un arma de fuego y amenazó a las empleadas, exigiendo el dinero.
Las víctimas, visiblemente aterradas, se vieron obligadas a entregar el efectivo disponible en el lugar. Mientras el delincuente se apoderaba del dinero, las empleadas suplicaban que no les hiciera daño y le aseguraban que no tenían más recursos para entregar.
Una vez que obtuvo el botín, el ladrón emprendió su huida, dejando tras de sí un ambiente de angustia y temor en el kiosco. Inmediatamente, las víctimas dieron aviso a las autoridades, y el caso está siendo investigado por el fiscal Fernando Berlingeri, quien busca identificar y detener al responsable.
Este acto delictivo que tuvo lugar a plena luz del día, específicamente a las 4 y 10 de la tarde ha generado gran consternación en los vecinos de la zona, ya que demuestra que los actos delictivos pueden ocurrir en cualquier momento, incluso en horarios diurnos cuando las calles están transitadas. La impunidad del delincuente al cometer el robo en pleno día ha dejado a todos sorprendidos y ha generado preocupación.
Este incidente ha vuelto a poner de manifiesto la preocupación por la seguridad en la zona de Juan B. Justo y la necesidad de implementar medidas más efectivas para prevenir este tipo de delitos. Los vecinos y comerciantes locales esperan que las autoridades refuercen la vigilancia en la zona y tomen acciones concretas para garantizar la seguridad de la comunidad.
Avenida Juan B. Justo de Mar del Plata: Robos y Saqueos Descontrolados
La Avenida Juan B Justo, donde se encuentra ubicado el centro de monitoreo (COM) al que el intendente Montenegro llevó su despacho con la promesa de brindar mayor seguridad, ha experimentado una preocupante ola de inseguridad en la ciudad. Dos recientes acontecimientos han dejado en evidencia la grave situación que se vive en esta zona, poniendo en tela de juicio la eficacia de las medidas implementadas hasta ahora.
En primer lugar, la reconocida parrilla «Sochori de Dorapa», ubicada en la zona el Estadio Mundialista ha sido víctima de tres robos en un lapso de tan solo un mes. Este establecimiento, que solía ser un referente en la ciudad, ha visto cómo la delincuencia ha atacado repetidamente, generando una situación insólita y alarmante. Los propietarios y empleados de la parrilla han sido testigos impotentes de cómo los delincuentes se llevan todo lo que encuentran a su paso, sumiendo al lugar en un clima de inseguridad constante. Estos robos recurrentes demuestran que la zona no cuenta con la protección necesaria para garantizar la seguridad de los comerciantes y sus clientes.
El reconocido restaurante «Sochori de Dorapa» ha experimentado una situación insólita en la que ha sido víctima de tres ilícitos seguidos. El último robo ocurrió durante la madrugada de hoy, cuando se sustrajo una garrafa. Las cámaras de seguridad del establecimiento han captado los tres incidentes delictivos, revelando cómo el ladrón ingresa por un pequeño espacio del ventanal cubierto de caños. La serie de robos ha generado preocupación en el local y ha llamado la atención sobre el incremento de la inseguridad en la zona.
En segundo lugar, durante el incendio que afectó a los depósitos ubicados en la misma avenida a la altura de la calle Uruguay, se produjo un acto deplorable por parte de los delincuentes. Aprovechando la emergencia y la evacuación de las personas, ladrones ingresaron a una concesionaria cercana y saquearon el lugar, llevándose todo lo que pudieron. Además, en un hecho desalmado, robaron las mochilas de los niños que celebraban un cumpleaños en un salón cercano al incendio. Estos actos demuestran la audacia y falta de escrúpulos de los delincuentes, así como la ausencia de seguridad en la zona, donde ni siquiera un evento tan grave como un incendio detiene su accionar delictivo.
El mecánico Marco Palumbo ha pasado por una situación dramática después del incendio que ocurrió en la avenida Juan B. Justo. Después de que el fuego casi causara pérdidas millonarias en su taller y futura concesionaria de automóviles, Palumbo sufrió robo de vehículos y tuvo que pasar la noche en una camioneta junto a un custodio para evitar el robo de varios automóviles que estaban en reparación en su establecimiento. Además, en medio de su desesperación, fue víctima del robo de decenas de herramientas costosas. Este incidente también está siendo investigado por la justicia. Palumbo relató que recibió una llamada anónima donde le advirtieron que sacara los autos porque el lugar se estaba incendiando. Durante el caos, personas aprovecharon la situación para llevarse herramientas del taller. Aunque los vehículos robados fueron encontrados en cercanías horas después, las herramientas costosas aún están desaparecidas.
Estos dos acontecimientos son solo una muestra de la preocupante situación de inseguridad que se vive en la Avenida Juan B Justo y en la ciudad en general. Es evidente que las medidas implementadas hasta ahora no han sido suficientes para frenar el accionar de los delincuentes, lo que pone en evidencia una falta de control y un desborde de la situación de seguridad en Mar del Plata.
Es urgente que las autoridades tomen cartas en el asunto y refuercen las estrategias de seguridad en la ciudad. La promesa de mayor seguridad en la zona del centro de monitoreo debe convertirse en una realidad palpable para los ciudadanos. Es necesario incrementar la presencia policial, mejorar la iluminación en las calles, fortalecer la colaboración con las fuerzas de seguridad y promover la participación ciudadana en la prevención del delito.
La ciudadanía espera respuestas contundentes y acciones efectivas por parte de las autoridades competentes. La seguridad es un derecho fundamental de todos los habitantes, y es responsabilidad del Estado garantizarla. Mar del Plata no puede seguir siendo una ciudad desbordada por la delincuencia. Es hora de actuar y devolverle a los ciudadanos la tranquilidad y la confianza perdida.
NMDQ – Foto: Captura de video de seguridad