
En el corazón de Maipú se encuentra El Distinto , una fábrica de alfajores que destaca por combinar el legado tradicional con una visión innovadora. David Moran, integrante de la familia fundadora de la marca, comparte su historia, inquietudes y planes a futuro en una conversación que refleja tanto su pasión como su compromiso por preservar la identidad local.
Orígenes y la vocación de reconectar con las raíces
David confiesa que el nacimiento de El Distinto surgió como un reencuentro con su comunidad. “Inicié este proyecto como una excusa para volver a mi pueblo. Siendo oriundo de Labardén y adoptado por Maipú, siempre quise mantener una conexión profunda con mis raíces, amigos, familia, aun cuando mi actividad principal en panadería se desarrolla en Mar del Plata. La idea era, y sigue siendo, crear un producto que lleve en cada bocado la impronta de mi pueblo,” explica con convicción.
Con más de doce años gestionando «Independencia» —una panadería de larga trayectoria ubicada en Avenida Independencia casi 9 de Julio —, David sumó la producción de alfajores en la localidad vecina, lo que ha acumulado experiencia en el sector enfrentándose a desafíos propios de cada negocio. “La panadería es muy demandante, mientras que la producción de alfajores en Maipú la llevan adelante Nancy y Gustavo, sus padres y representa el intento por mantener viva la tradición, al tiempo que innovamos en sabores y presentaciones,” comenta, destacando la complejidad y el esfuerzo que implica equilibrar ambas actividades.
Producción cuidadosa y atención al detalle
La esencia de El Distinto reside en la dedicación a un proceso meticuloso. A pesar de contar con herramientas mecanizadas que facilitan parte del trabajo, David asegura que cada alfajor es el resultado de un control riguroso en cada fase de elaboración. “Mi intención fue utilizar materias primas que permitan, no solo calidad sino continuidad y escalabilidad en la elaboración del producto. Quiero mantener una producción que me permita cuidar cada receta, sabor y detalle, asegurando que conserve ese carácter único y genuino que nos diferencia,” afirma.
Entre sus propuestas destacan sabores poco convencionales que combinan lo tradicional con toques innovadores, como el alfajor de pasta de maní con cacao, que ha ganado un lugar especial en un mercado saturado de productos similares en su receta. Además cuentan con variedades de alfajores de chocolate negro y blanco, frambuesa y dulce de leche con frutos rojos.
«El Distinto» ofrece asimismo conitos de chocolate rellenos de dulce de leche.
El packaging como extensión de la identidad
Otro elemento distintivo de El Distinto es el cuidado extremo en el diseño del packaging, que va más allá de un simple envoltorio. Cada alfajor se presenta en un empaque elaborado manualmente, utilizando papel de tonalidad crema que resalta la imagen y los valores de la marca. “El detalle del envuelto a mano es una declaración de intencionalidad. Cada caja y etiqueta no solo protege el producto, sino que comunica una historia: la dedicación que ponemos en cada etapa de producción,” explica David.
Esta tarea se ha visto fortalecida gracias a la colaboración con Gráfica Tucumán , la empresa marplatense especializada en packaging. La alianza estratégica permite que el empaquetado no solo cumpla su función práctica, sino que también refuerce la identidad visual de la marca. “La colaboración con Gráfica Tucumán ha sido fundamental. Nos han ayudado a crear un empaque elegante y distintivo que, junto con el diseño gráfico, refuerza nuestro mensaje de autenticidad y calidad. Es un vínculo que nos posiciona de manera única en el mercado y conecta el producto con la imagen de Maipú,” detalla el empresario.
Una visión a futuro arraigada en lo local
Con miras a la expansión y diversificación, David tiene ambiciones claras, pero su visión está profundamente ligada a la preservación de la identidad. “Mi objetivo es que, hasta que nuestros alfajores se posicionen y sean reconocidos a nivel nacional, sigan siendo un emblema de Maipú. No deseo trasladar la producción a otros lugares, ya que quiero que cada alfajor lleve consigo la esencia, la historia y el calidad humana de mi pueblo,” afirma con convicción.
Asimismo, el empresario planea incorporar nuevos productos que complementen su oferta actual, incluyendo una gama ampliada de dulces, frutas en almíbar y otros productos de confitería. “Estamos en constante búsqueda de innovar y diversificar, pero siempre manteniendo la calidad y el compromiso que nos caracteriza».
Tradición y modernidad: un compromiso inquebrantable
En un sector donde la producción estandarizada parece dominar, El Distinto se destaca por su apuesta decidida por resguardar la identidad local. La propuesta de David es, en esencia, un acto de resistencia contra la homogeneización del mercado, un llamado a valorar el trabajo, la dedicación y la conexión con las raíces. “Cada alfajor es mucho más que un dulce; es una muestra de compromiso, una forma de rendir homenaje a la cultura y a las tradiciones a lo largo de los años,” comenta.
La historia de El Distinto es la de un hombre que demuestra que se puede emprender en el lugar donde uno es feliz y puede desarrollarse. David se niega a renunciar a sus raíces y a la posibilidad de hacer de su emprendimiento un verdadero emblema. Esta impronta ya puede verse en la distribución por pueblos y ciudades de la provincia de Buenos Aires y en la panadería «Independencia» de Mar del Plata, donde se pueden adquirir estos exquisitos alfajores.
NMDQ – Marcelo Pérez Peláez