En el día de hoy, se ha registrado un trágico suceso en la zona de Playa Grande, en Mar del Plata, donde se han encontrado animales muertos a causa del brote de gripe aviar que ha afectado a la población de lobos marinos y pingüinos en la región.
Según los informes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), desde el inicio del brote en la costa argentina, se han reportado 1.091 lobos marinos fallecidos. En la provincia de Buenos Aires, específicamente en la costa, se ha superado la cifra de 150 animales muertos.
Este triste acontecimiento ha generado preocupación entre los especialistas y la población en general. Para arrojar luz sobre la situación, Agustina Ramos, periodista del medio marplatense Bacap, ha conversado con el biólogo e investigador del CONICET, Diego Rodríguez, quien ha brindado detalles sobre la evolución del brote y las recomendaciones para la población.
Rodríguez explicó que si bien en las últimas semanas ha habido una disminución en el número de animales muertos, aún se siguen registrando casos. Sin embargo, señaló que esto no implica que no pueda ocurrir otro pico en el futuro, ya que en lugares con mortalidad masiva, como la colonia de lobos marinos en Mar del Plata, el brote puede persistir durante un mes. No obstante, el investigador indicó que, al tratarse de una enfermedad viral, es probable que la incidencia vaya disminuyendo con el tiempo, tal como ocurrió con la pandemia de COVID-19.
En cuanto a la posibilidad de que la gripe aviar afecte a las personas, Rodríguez destacó que si bien las infecciones en humanos son menos frecuentes, existe riesgo de transmisión. No obstante, los síntomas en humanos suelen ser extremadamente leves, y hasta el momento, ha habido pocos casos de muerte por gripe aviar en personas que han estado en contacto directo con aves. Por lo tanto, el biólogo enfatizó que no hay razón para alarmarse en relación a la mortalidad humana.
Sin embargo, es importante tomar precauciones para evitar la propagación del virus. Rodríguez recomendó no acercarse a animales muertos ni a las loberías, con el fin de evitar el contagio y posibles rebrotes. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de informar a las autoridades si se encuentran animales enfermos o muertos.
En cuanto a la situación en las playas de Mar del Plata de cara al verano, el investigador mencionó que, a medida que las temperaturas bajen, se espera una mayor supervivencia de los animales afectados. Además, señaló que la mortalidad en el ambiente marino tiende a ser más alta que en los ambientes terrestres. Aunque se espera que la situación mejore en los próximos meses, Rodríguez recomendó mantener cierta vigilancia hasta que no se registren más casos, para luego retomar la normalidad.
NMDQ – Foto: Marcelo Pérez Peláez