Los bomberos voluntarios de los departamentos serranos concentraban sus tareas en la zona de Ischilín, en un denodado esfuerzo por circunscribir y sofocar las llamas. En tanto, en la zona de la localidad de Ongamira, el fuego ya destruyó 30.000 hectáreas, en lo que se considera el mayor desastre causado en los últimos 50 años.
El director provincial de Defensa Civil, Diego Concha, afirmó ayer que en las últimas horas del domingo, quedaron controladas las llamas en Cruz del Eje, en la localidad de Santa Cruz del Lago, Departamento de Carlos Paz; y en San Clemente, perteneciente al Valle de Calamuchita.
En San Clemente las llamas destruyeron centenares de pinares a lo largo de una extensión de mil metros, donde la chispas despedidas de un asador iniciaron un incendio de grandes proporciones.
El fuego había sido encendido por un hombre de 51 años, residente en la ciudad de Córdoba, quien fue detenido por no ocuparse debidamente de controlarlo, se informó oficialmente.
En tanto, el fuego continuaba en la zona de Todos los Santos, en cercanías de la localidad de Ongamira, donde unos 300 efectivos apoyados por dos aviones hidrantes, combatían las llamas.
En esa región, situada en el límite entre los departamentos de Carlos Paz y Calamuchita, el fuego ya destruyó 30.000 hectáreas de pastizales y afectó considerablemente la fauna y flora autóctona, en lo que se considera el mayor desastre causado allí por un incendio en los últimos 50 años.
En tanto, continúa la sequía en todo el territorio provincial y salvo unos escasos milímetros de agua caídos el viernes por la noche, las lluvias no aparecen en los pronósticos del servicio meteorológico para la región.
La temperatura volvía hoy a valores elevados, lo que sumado a los fuertes vientos registrados en las últimas horas provoca tormentas de polvo y tierra, que hacen más críticas aún las adversidades causadas por los incendios y falta de agua.
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26 de enero de 2025