La Reforma: un rincón donde la historia y la tradición de Mar del Plata se unían en una picada

Mar del Plata – El eco de las tertulias y los sabores de antaño se fuenden el el recuerdo de lo que fueron las paredes de La Reforma, el icónico almacén y bar de ramos generales fundado el 19 de septiembre de 1919 en la esquina de San Luis y Belgrano. Inspirado en la Reforma Universitaria de Cataluña, La Reforma fue el lugar de encuentro de personalidades como Carlos Gardel, Irineo Leguisamo, Alfredo Palacios y, en varias ocasiones, el expresidente Arturo Frondizi.

El viejo almacén, que comenzó siendo un lugar donde se tomaba «el mejor vermouth» según su slogan comercial, fue pasando por varias manos a lo largo de los años. En 1947, los dueños catalanes Jouxe y Reixach vendieron el comercio a Marcos Galo Ramos, quien lo vendió en 1950 a la firma Rossi, Cambiasso y Guma. Tras sucesivas retiradas de socios, en 1952 Pedro Cambiasso se quedó al mando, dándole a La Reforma la fisonomía de Boliche de Campo hasta su cierre definitivo. 

Con el paso del tiempo y las exigencias municipales, La Reforma tuvo que adaptarse, cambiando sus bandejas y modernizando la elaboración de sus productos. Sin embargo, el 28 de noviembre de 1963, el edificio fue desalojado por Obras Sanitarias de la Nación. A pesar de ello, La Reforma reabrió sus puertas en 1964 en una nueva dirección: San Luis 1958, en un edificio que fue residencia de Doña Pascuala Mugaburu, directora de la primera escuela oficial de Mar del Plata, y donde luego funcionó el Registro Civil.

Pedro Cambiasso, fanático del Club Independiente de Avellaneda, solía arengar a los clientes para que probaran sus manufacturas caseras, desplegándolas sobre las mesas: jamón cortado a cuchillo, dados de queso y longaniza chacarera. Su legado perduró en las manos de sus descendientes, que continúaron dirigiendo La Reforma y conservando su rica tradición gastronómica hasta que el cambio de épocas ocasionó su cierre definitivo.

La Reforma es hoy un hermoso recuerdo de aquel lugar donde se podían apreciar cuadros de las formaciones del Club Independiente y políticos que habian pasado por sus instalaciones. La picada, plato con marca registrada marplatense, era la especialidad de la casa, acompañada de vermú, rabas y cornalitos, como bien relata Lic. Angel J. Somma en el maravilloso proyecto Fotos de Familia:  «En La Reforma, la tradición marplatense se mantenía viva, y la nostalgia se saboreaba en cada bocado».

¿Te acordás de la última vez que fuiste a comer una picada con tu familia o amigos en La Reforma? Esos momentos compartidos en ese emblemático lugar, donde las risas, las conversaciones y el sabor inigualable de la picada marplatense se mezclaban en un ambiente cálido y nostálgico. Recordar estos espacios es fundamental para reivindicar nuestra identidad marplatense y mantener viva la historia de nuestra ciudad. La Reforma es un testimonio del legado gastronómico y cultural que nos une, y al compartir nuestras experiencias y recuerdos, ayudamos a preservar la esencia de Mar del Plata para las futuras generaciones.

NMDQ –  Foto: Fotos Viejas de Mar del Plata