«Mientras estamos pidiendo que se controlen las 200 millas para que los buques extranjeros no nos roben, Prefectura está controlándonos en altamar. Los trabajadores no vamos a ser el pato de la boda en las diferencias entre Prefectura y la Armada», señaló el Secretario General de la Asociación de Capitanes de Pesca, Capitán Jorge Frías, agregando que «a este malestar se suma el procesamiento de un compañero capitán de pesca que impidió una inspección a bordo en plena pandemia preservando la salud de la tripulación. Las inspecciones continúan y están todos los capitanes atentos a esta cuestión, que probablemente termine con alguna medida de acción directa».
Los procedimientos de inspección que desarrolla Prefectura en altamar, en pleno de desarrollo de la actividad pesquera, han despertado un alto malestar en los capitanes de pesca, así afirmaba el Secretario General de la Asociación y Director de la Liga Naval Argentina, entrevistado por Sergio Bustos en LU17, radio Golfo Nuevo de Puerto Madryn, explicando que Prefectura es la Autoridad de Aplicación, y es quien autoriza y habilita que los buques zarpen a la pesca, previo la realización de inspecciones.
En estos momentos se desarrolla la pesca de calamar, son alrededor de 60 los buques poteros que operan en el Mar Argentino sobre la especie. Los buques poteros pescan mayormente por la noche, cuando el calamar sube a la superficie para alimentarse, y mediante las luces incandescentes hace que el cefalópodo se oculte bajo el cono de sombra de la nave, desde donde levantan la captura con las potas.
El capitán de un buque potero inicia su tarea por la tarde alistando todo para la pesca que durará hasta la mañana siguiente. Utiliza las horas del día para descansar, y es en esos momentos de descanso del Capitán cuando llegan los efectivos de Prefectura a realizar la inspección. El Capitán debe interrumpir su descanso para brindar la atención que reviste la Policía de Navegación y cumplimentar el procedimiento.
Estimamos que esta intervención de Prefectura pueda deberse a falta de conocimiento sobre la actividad. Si bien así lo indica la reglamentación no deja de generar malestar al máximo responsable del buque, más aun considerando que el buque fue inspeccionado previo a su zarpada de puerto.
Esta cuestión no es nueva. Luego de largos debates hasta la instauración de un protocolo para prevenir los contagios de Covid-19 a bordo, y que los buques pesqueros se lanzaran a la pesca, un buque guardacostas pretendió abordar un buque tangonero mientras se hallaba en plena faena para realizar su inspección de rutina y el Capitán lo impidió, justamente para evitar posibles contagios, recordemos cómo se vivía la pandemia en aquel tiempo, cuando aún se reclamaba por vacunas. La pesca de langostino se realiza sobre un cardumen, y son más de 90 buques en un mismo sector desplazándose en diferentes ángulos, momentos de mucha atención y tensión para el Capitán.
Ese compañero capitán de pesca se encuentra hoy con una causa judicializada en el Juzgado Federal de Rawson. “Apelo a que el Juez Lleral que tenga el razonamiento lógico de este caso que ya está en sus manos. Lo lamentamos muchísimo, porque con la Prefectura debimos habernos entendido antes, esto ha sido una exageración”, señaló Jorge Frías considerando que se dio precisamente en tiempo de pandemia; en ese sentido agregó que “cuando nuestro Presidente decía que batallaba contra un enemigo invisible, a Prefectura se le ocurrió abordar los buques que pescaban langostino en plena temporada entre cien buques. Cien buques que están en una zona de pesca muy reducida. La Autoridad pretendió abordarlos para hacer inspecciones a los mismos buques que había autorizado a zarpar. Y muy penosamente, un capitán es un trabajador como cualquier otro, y hoy está siendo procesado por la Justicia por el incumplimiento, que es innegable porque debe permitir el abordaje para ser inspeccionado y así está encuadrado en la ley, pero no se tuvo la sensibilidad de contemplar la particularidad del momento, en plena pandemia”.
Esto ocurre mientras estamos pidiendo que se controlen las 200 millas para que los buques extranjeros no nos roben, nos están controlando a nosotros. “Después de haber navegado durante veinte años y de haber sido nuevamente reelecto por mis compañeros para estar al frente de las necesidades y ésta es una, veo claramente acá una lucha intestina entre la Armada y Prefectura, donde la Armada luce sus nuevos buques que no son de guerra pero sirven para patrullar las 200 millas, y pareciera haber una competencia entre ambas a ver quién oficia mejor sus actividades, y el jamón del sándwich terminamos siendo nosotros, esto es claramente lo que está ocurriendo”, afirmó el Secretario General de Capitanes de Pesca de Argentina, agregando que “Así me lo han hecho saber también los compañeros asociados, y obviamente vamos a hacer todo lo necesario para defender al Compañero Capitán ante el juez en Rawson respetando todo el proceso judicial”.
“Tenemos que lograr un entendimiento” con Prefectura, admite Frías, expresando que “esta Asociación de trabajadores nunca ha tenido una confrontación con la Prefectura Naval Argentina, incluso hemos sabido reconocer a un Prefecto Nacional con nuestra distinción ‘Popa Asaro’ en función de su exposición para estar al lado de la actividad y todo lo que generó para que se desarrolle en el mejor de los escenarios, esto dice que no tenemos animosidad hacia la autoridad. No entendemos esta falta de diálogo, seguramente el Prefecto Nacional tiene tareas de mayor importancia que atender a los pescadores, pero sin ninguna duda el equipo de asesores no lo está llevando por el mejor camino”.
La pesca es una actividad productiva que lleva su riesgo, y las inspecciones se deben realizar cuando el mar está calmo. Pareciera que hay animosidad de competencia para ver quién hace más, y el pato de la boda terminamos siendo nosotros, los trabajadores.
Para finalizar el Capitán Jorge Frías adelantó: “Obviamente voy a elevar estos planteos a las máximas autoridades nacionales. Es muy probable que esto termine en un conflicto, que dependerá mucho del proceso del Capitán. Quiero que quede claro que se está procesando a un trabajador porque en medio de la pandemia, con el buen criterio de un capitán, protegió a su tripulación porque nadie garantizaba que no serían contagiados de covid-19 por los efectivos de PNA”.
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